El próximo 15 de
junio, se cumplen 102 años de la trágica muerte del capitán Ingeniero militar Emilio Jiménez-Millas Cano
(1879-1917) a consecuencia de un accidente aéreo cuando realizaba las pruebas
para la obtención del título de piloto de aeroplano en el aeródromo de Cuatro
Vientos.
Nacido en Madrid
el 28 de julio de 1879, el joven Emilio
ingresa en 1896 con tan solo 16 años en la Academia de Ingenieros de
Guadalajara de la que sale de segundo teniente cuatro años después. En 1902
obtiene el despacho de primer teniente y es destinado a la Compañía de
Aerostación militar y este mismo año forma parte de la tripulación que junto al
entonces comandante Pedro Vives y teniente Cibeira consiguen con todo éxito
realizar la primera ascensión de un globo libre, este se realiza sobre el
polígono de Guadalajara. Un hecho que marcará su trayectoria tanto civil como
militar llegando a ser uno de los aerosteros más completos de su época pese a
su relativamente corta vida aeronáutica. Su primer destino es el Regimiento de
Zapadores pero por orden superior sigue afecto a la Compañía de Aerostación de
Guadalajara como profesor. El 25 de
octubre de 1902 forma parte de la tripulación del globo “Marte” con el que
atraviesa la sierra de Guadarrama logrando romper lo que parecía una barrera
infranqueable para la época, aterrizando ocho horas después y casi 200
kilómetros en Chagarcía Medianero (Salamanca).
En 1903 pasa
destinado a la Compañía de Zapadores de Las Palmas de Gran Canaria haciendo
trabajos de fortificación de las islas con Baterías de costa y la actualización
y levantamiento de mapas. Entre 1904 y 1907 ocupa la plaza de profesor de
inglés en la Academia de Ingenieros de Guadalajara compaginando las clases con
vuelos en globo libre. Estos vuelos y ejercicios en tierra le proporcionan una gran experiencia que
completa su formación como aerostero. Su ascenso a capitán se verifica en 1909
y en el mismo destino como profesor en la Academia. En 1911 parte en comisión
de servicio a Inglaterra donde pasa seis meses afecto a un batallón del
ejército inglés donde realiza ejercicios y estudia la utilización del globo en
las maniobras llevadas a cabo.
Segunda Promoción de pilotos de
Aeroplano.
Foto
de prensa de la revista El Mundo Militar de 31 de agosto de 1912 donde
posan para la cámara los componentes de la 2ª Promoción de pilotos
militares junto al coronel Pedro Vives y el capitán Alfredo Kindelán. (Archivo
Santiago Guillén).
En
1912 forma parte de la 2ª Promoción para la obtención del título de aeroplano
en la Escuela de Cuatro Vientos. El 9 de abril, en el transcurso de un vuelo
como alumno su avión entra en pérdida a una altura de veinte metros y se
estrella resultando el aparato destruido y Jiménez-Millas con heridas de
consideración en piernas y tobillo lo que hace que pase trece días
hospitalizado y un mes convaleciente en casa. No es el único accidente que
padece durante su permanencia como alumno en la escuela de vuelo pero sí el más
grave.
Fotografía
de la Revista Mundo Gráfico dedicada al capitán Jiménez-Millas Cano
restableciéndose en su casa de las heridas causadas en las piernas por el accidente de aviación ocurrido el 9 de abril
de 1912. (Archivo Santiago Guillén).
Por
consejo del coronel Vives abandona el curso de piloto de aeroplano y se
centra en la enseñanza y manejo tanto de
globo como de dirigible. Estas clases las impartirá en el ámbito militar y en
el civil al ser miembro del Real Aero Club de España y formar parte del plantel
de profesores de Aerostación.
El
Dirigible España.
Participa
en la competición de globos creada en 1913 por el Conde de San Esteban de
Cañongo consiguiendo el primer puesto. Este mismo año forma parte de la
tripulación del dirigible España como oficial de ruta, realizando un vuelo
sobre Madrid llevando como pasajeros al Rey Alfonso, al príncipe de Battenberg
y al general Marina. Además la tripulación está constituida por el coronel
Vives, el capitán Kindelán y el mecánico Quesada. Días más tarde el Rey por
carta enviada al coronel Vives le da las gracias por el magnífico vuelo, felicitando
también a la tripulación por la profesionalidad en el manejo de la aeronave. En
diciembre marcha con su unidad a Marruecos como piloto de esférico, realizando
ascensiones en apoyo a la Artillería en la corrección de tiro, levantamiento y
realizando croquis de mapas así como la obtención de fotografía aérea,
actividad ésta en la que llegará a ser un gran especialista. Las ascensiones
en globo las compagina con vuelos en aeroplano como observador y fotógrafo
aéreo. Hasta 1916 participa en distintas campañas, en la mayoría de ellas como
observador de aeroplano.
Por su actuación en la
campaña de Marruecos es condecorado con varias Cruces al Mérito Militar
distintivo rojo y blanco, así como con una Cruz de María Cristina.
En 1915 y 1916 vuelve a
participar en la competición de globos creada por el Conde de San Esteban de
Cañongo, consiguiendo en las dos ediciones el primer puesto por lo que la copa
de honor queda definitivamente en su poder.
Sexta Promoción de piloto
de aeroplano.
En
1917 forma parte de la 6ª Promoción de pilotos de aeroplano. El 15 de junio, un
día antes de la prueba para la obtención del título, en vuelo de prácticas con
el avión Farman nº 2 y a una altura de 1500 metros se le hacen señales desde
tierra para que regrese al aeródromo. Estando a 1000 metros el avión se inclina
casi verticalmente de forma brusca lo que hace que el piloto salga despedido
del aparato y caiga al vacío desde una altura de 500 metros muriendo en el
acto. El avión se estrella a pocos metros del cuerpo del infortunado aviador.
Restos
del avión Farman nº 2 que pilotaba el capitán Jiménez-Millas y del que salió
despedido a una altura de 500 metros. El aparato cayó a pocos metros del cuerpo
del infortunado aviador.
Al
día siguiente se le da cristiana sepultura. El cortejo fúnebre sale del
Hospital Militar de Carabanchel donde el
día anterior fue depositado el cadáver. Forman este cortejo una representación
de la Casa Real, el Capitán General de Madrid, Gobernador Militar de
Guadalajara, Jefes y oficiales de Aviación. Rindió honores al cadáver una
Compañía de Aviación.
Esquela
del finado insertada en la presa por la familia de aviador. En el texto podemos
leer; Piloto de Aerostación y dirigible y la fecha del accidente así como su
edad. Vía internet.
Monumento a los aviadores muertos en
acto de servicio.
Emilio
Jiménez-Millas Cano fue desde que se presentó el proyecto del monumento a los
aviadores fallecidos en acto de servicio en la Aviación española, un ferviente
defensor de su construcción. Este proyecto es promovido desde su inicio por
el periodista y socio del Real Aero Club
de España, Ricardo Ruiz-Ferry. El grupo escultórico obra del capitán de
Infantería Manuel Delgado Blackenbury es erigido en la pequeña plaza del
Marqués de Cerralbo que forma la confluencia de las calles Ferraz y Pintor
Rosales de Madrid. Inaugurado en 1918 por el Rey Alfonso XIII junto con
autoridades civiles y militares. En el pedestal del monumento están esculpidos
por orden cronológico los nombres de los primeros aviadores fallecidos en acto
de servicio. Emilio Jiménez-Millas Cano ocupa el octavo lugar en la cenefa que
rodea el pedestal a la cual se irán sumando algunos nombres más hasta el año
1922.
Postal
de época del monumento dedicado a los aviadores militares muertos en acto de
servicio, ubicado en su primitivo sitio entre la calle Ferraz y Pintor
Rosales. Actualmente en este mismo lugar
hay una estatua dedicada al abogado y político Agustín de Argüelles. (Archivo
Santiago Guillén).
Fotografía
del conjunto escultórico dedicado a los aviadores muertos en acto de servicio.
Inaugurado en 1918 por el Rey Alfonso XIII. Emilio Jiménez-Millas fue desde el
primer momento una vez lanzada la idea del proyecto un fiel defensor para su
realización. Ubicado entre las calles
Ferraz y Pintor Rosales fue trasladado años después a los jardines del Paseo de
Moret, en la actualidad puede visitarse en la Lonja del Cuartel General del
Ejército del Aire en Moncloa.(Archivo Santiago Guillén).
Fotografía
de la parte de la cenefa alrededor del pedestal con los nombres de los
aviadores muertos en acto de servicio en la Aeronáutica Militar española desde
1912 y hasta 1922. En ella podemos ver el nombre, grado y fecha de la muerte de
Emilio Jiménez-Millas. (Archivo Santiago Guillén).
Trágica saga familiar.
Con
su muerte se inicia una trágica relación de miembros de la saga Jiménez-Millas
fallecidos en acto de servicio en combate o accidente aéreo entre los años 1917
a 1972. El diario ABC de fecha 29 de mayo de 1975 inserta en la página 91 una
esquela de gran formato con los nombres de siete miembros de la familia
Jiménez-Millas en la que se detalla el Cuerpo o Arma al que pertenecían y el
motivo de su fallecimiento. Cinco de los siete Jiménez-Millas eran pilotos
militares y los dos restantes oficiales de Regulares. Por último, el capitán
Emilio Jiménez-Millas de 37 años es ascendido a comandante a título póstumo con
arreglo a la ley de 27 de noviembre de 1912.
Esquela
insertada en el diario ABC, donde figuran siete miembros de la familia
Jiménez-Millas muertos en acto de servicio entre 1917 y 1972. La mayoría de
ellos eran pilotos militares. Archivo ABC.
El uniforme.
Adjuntamos
a esta pequeña biografía fotografías del uniforme de servicio usado por el
capitán de Ingenieros Emilio Jiménez-Millas. Se trata de la guerrera caqui
modelo 1914 para jefes y oficiales y de uso solamente para las guarniciones en
África sustituyendo al uniforme de rayadillo. El 13 de noviembre de 1917, este
modelo de uniforme se declara de uso en la Península en todas las épocas del
año y en la Aeronáutica Militar dejando el uniforme de paño para actos de
sociedad. El uniforme se completa con calzón de montar del mismo color y
polainas de cuero color marrón (no incluidos en este artículo). La gorra de
plato del mismo color y visera negra para jefes y oficiales del Cuerpo de
Ingenieros militares lleva en la faja el emblema del castillo con corona real
rodeando el conjunto dos ramas de hojas de laurel, todo ello en metal plateado,
de este mismo color es el barboquejo y los botones tanto de la gorra como de la
guerrera. Las estrellas de seis puntas de capitán están bordadas con hilo de
plata, pudiéndose llevar también metálicas del mismo color. Sobre el lado
derecho del pecho y encima del bolsillo a la altura del segundo botón podemos
ver el emblema de la Aeronáutica Militar aprobado por Real
Orden de 16 de abril de 1913 con los títulos de piloto de globo (un ancla) y el
de piloto de dirigible (una rueda de timón). En esta época no estaban todavía
reglamentados los emblemas de observador de globo y de aeroplano. Estos
consistían en una estrella de cinco puntas en plata o en oro respectivamente y
se crean por Real Orden el 17 de septiembre de 1920. Es muy probable que Emilio
Jiménez-Millas estuviera en posesión de estos dos títulos aeronáuticos pero en
estos primeros años para identificar a los observadores, el emblema se llevaba
con el centro de las alas en rojo y sin distintivo alguno. Este emblema de
fabricación metálica con el centro en
fieltro rojo, podía llevarse también bordado y cosido a la guerrera, le falta
la cruz encima de la corona Real y es muy posible que Emilio Jiménez-Millas lo
llevara puesto el día del fatal accidente. Encima de las alas podemos ver el
distintivo de Profesor militar aprobado por Real decreto de 24 de marzo de
1915.
Arriba,
uniforme caqui modelo 1914 para jefes y oficiales de guarnición en África. En
1917 se aprueba su uso para todos los
Cuerpos del Ejército en la Península. Debajo, vista lateral del uniforme donde
ese aprecian las torres del arma de Ingenieros.
(Colección Santiago Guillén).
Gorra
caqui para jefes y oficiales con plato rígido. Tiempo más tarde el aro interior
se retiró quedando el plato flácido. Podemos observar en la parte superior o
plato, la corona real española en color plateado con terciopelo rojo. En la
parte central o banda el emblema del arma de Ingenieros. Barboquejo plateado y
dos botones semiesféricos plateados con torre de Ingenieros. Visera de charol
negra (Colección Santiago Guillén).
Emblema
de piloto de Globo (un ancla) y piloto de Dirigible (una rueda de timón).
Fabricado en metal estampado con el fondo del círculo en fieltro rojo. Es muy
posible que Jiménez-Millas lo llevara el
día de su fallecimiento, le falta la cruz que remata la corona. (Colección
Santiago Guillén).
Detalle
del título de piloto de globo y de dirigible. (Colección Santiago Guillén).
Detalle
del cuello rígido y alto que este modelo de uniforme llevaba, se aprecias los
corchetes que lo cierran así como en su centro la torre del arma de Ingenieros
en color plateado. (Colección Santiago Guillén).
En
la parte superior, por encima del título de piloto podemos apreciar el
distintivo de profesorado creado por Real Decreto de 24 de marzo de 1924. Los
botones metálicos con el emblema del Cuerpo de ingenieros podían sustituirse
por otros fabricados en pasta o cuero marrón. Existía una variante de la misma
guerrera en la que los botones que la cierran, quedaban ocultos gracias a una
solapa. Según la ordenanza, las alas de piloto se llevarían a la altura del
primer botón de la guerrera, en este caso ocupa ese lugar el distintivo de
Profesorado. (Colección Santiago Guillén).
Agradezco a Carlos
Bourdon el uso de su blog para mostrar este uniforme.
Fuentes: Artículo
realizado por Santiago Guillén González. Uniforme y emblemas originales de la
colección del autor.
Bibliografía:
Aerostación,
Aeronáutica y Aviación. José María Bueno, 1983.
Cuatro Vientos, cuna de
la Aviación Militar Española. Adolfo Roldán Villén. 2011.
Enciclopedia de
Aviación y Astronáutica. Volumen 5. 1972.
Estudio Histórico del
Cuerpo de Ingenieros del Ejército. 1911.
Historia de la
Aeronáutica Española. José Gomá Orduña. 1946.
Revista Mundo Gráfico.
1912-1917
Biografía del general
de Ingenieros Pedro Vives Vich. Antonio Carner. 1955.
Revista Aeroplano, nº
14. 1996.
Revista El Mundo
Militar. 31 agosto de 1912.
Uniformidad de la
Aeronáutica Española. Jaime Aguilar Hornos, 1993
INTERNET.
Aviación Militar
Española- Los años iniciales. Emilio Jiménez-Millas Cano. Guillermo C. Requena. 2015.
Emilio Jiménez-Millas
Cano. Real Academia de la Historia. José Ramón Marteles.
Hemeroteca del diario ABC