lunes, 29 de julio de 2019

EL MISTERIO DE LAS GRANADAS "P.O. 1" DEL EJÉRCITO DEL AIRE

Por Blas Vicente Marco

            Llevo mucho tiempo intentando sacar a la luz las cosas más curiosas o los hechos más desconocidos de nuestro Ejército del Aire y de la historia de la aviación española, y hace poco me he topado con una incógnita en cuanto a armamento (en lo que no soy, para nada, un entendido).

            De lo que si estoy seguro, por lo que voy percatándome, es que casi desde el mismo inicio de la historia del Ejército del Aire, éste ha contado con un material novedoso y exclusivo, en cuanto a vehículos, uniformidad, armamento, etc.

            En cuanto a armas, ya vimos en un artículo anterior la adopción del singular Mauser Mod. 1944. Al parecer, las singularidades, en cuanto a armamento, no quedaron ahí. En torno a dos años después de la adopción de dicho Mauser Mod. 1944, el Ejército del Aire adoptó una nueva y exclusiva arma: la granada de mano "PO".


                    Esquema de las grandas P.O. 1 sacado de internet.

Veamos un poco sobre la historia de esta granada:

            Terminada la Guerra Civil, se encontraban en los cuarteles y parques del Ejército una gran cantidad de tipos de granadas de mano que al pasar de los años iban quedando obsoletas, aunque seguían usándose. Era preciso, por tanto, adoptar una nueva granada. Ésta debía ser efectiva, funcional, económica de fabricar, que pudiese hacerse con materiales existentes en territorio nacional, de diseño novedoso, y, por supuesto, de construcción nacional. En este sentido, y según el Boletín Oficial del Estado número 130, de 10 de Mayo de 1946, se publicó la Orden de 28 de Abril anterior, del Ministerio del Ejército (Dirección General de Industria y Material), firmado por el entonces Ministro del Ejército, Fidel Dávila Arrondo, en la que se establecieron las bases del concurso para la elección de un nuevo tipo de granada de mano reglamentaria para el Ejército.

            En estas bases, ya se hace una descripción de las características que debía presentar la nueva granada:

Empleo.-Único: fácil manejo en la obscuridad y rápida y fácil colocación del cebo, impidiendo la falsa posición de éste.
Acción.- Gran detonación; efectos decisivos contra personal por la acción de la onda explosiva en un radio de 5 a 10 metros; explosión instantánea al término de su recorrido al ser lanzada y pocos fallos (no deben ser de mecha).
Forma.- Forma exterior que facilite el lanzamiento a la mayor distancia posible sin embarazar al soldado con excesivo volumen, ni se preste a ser detenida en su marcha por ramas de árbol o malezas, como es fácil empleando la cinta. Las formas más favorables son la cilíndrica y la ovoidea.
Dimensiones. - Aproximadas: 10 centímetros de Altura y 7 cm. de diámetro.
Pesos.- De la granada cargada: 300 + - 50 gr.
De la carga explosiva: 100 a 150 gr.
Seguridad.- Almacenamiento: Insensibles a la humedad y lo menos sensibles posible al fuego y a la explosión por influencia. Transporte: insensibles a los golpes, caídas y a impactos. Durante la trayectoria: Imposibilidad de que se produzcan explosiones prematuras a distancia del tirador que pueda representar un peligro para éste. En caso de fallo: No debe constituir un peligro para las tropas propias que puedan tropezar con ellas en el avance posterior al lanzamiento y permitir ser recogidas sin peligro.
Construcción.- Sencilla y de poco coste; muelles (si los hay) fácilmente conservables.

            Con estas premisas, los distintos diseños fueron presentados y probados por una Comisión designada a tal efecto, que eligió un diseño que, aunque no cumplió el 100 % de las características, fue el más ajustado a las mismas. El diseño ganador fue el de la empresa Plásticas Oramil, S.A. De ahí la designación de la granada con las iniciales de dicha empresa PO. Tras su adopción definitiva, sabemos que inicialmente se surtió al Ejército de Tierra con este nuevo tipo de granada, pero poco más tarde fue también adoptada por el resto de armas: la armada, y nuestro Ejército del Aire. La diferencia básica entre las de unos Ejércitos y otros, radicaba en los tapones de las granadas: para el Ejército de Tierra lleva estampado el emblema del Ejército de Tierra; para la Armada, un ancla; para la Guardia Civil, su escudo y para el Ejército del Aire, como no, el emblema del EA ("rokiski" con las alas y la corona).



Dos imágenes de la Granada P.O. 1 del Ejército del Aire, en este caso con un contexto de la EZAPAC. Colección Dani Vives.

Desconozco la fecha exacta de adopción de esta granada por el Ejército del Aire, pero lo que si se[1] es que ésta ya queda reflejada en un manual de municiones del año 1950 perteneciente a la Escuela de Especialistas de León, redactado (pone colaboradores, pero es de imaginar que serían ellos los encargados de su confección) por el comandante R. Campos Pecino y el teniente F. Nieto Vega. En las páginas 42 a 45 se hace una descripción detallada del funcionamiento de la granada, denominándola P.O.I y citando también el modelo "gemelo" P.O.II. La única diferencia entre ambas residía en que la primera tenía el cuerpo de baquelita, mientras que la segunda, el cuerpo era metálico.

            Básicamente[2], se trata de "una granada ofensiva (apenas produce metralla) aunque se la podía introducir en una espiral de acero que se fragmentaba en la explosión convirtiéndola en granada defensiva y funciona exclusivamente por impacto.

            Está fabricada en baquelita, con nervaduras para facilitar el agarre. Tiene en la parte inferior un tapón por el que se debe introducir el cebo-multiplicador y que permite también enroscar una rabiza para utilizarla como granada de fusil. Para utilizarla, tras introducir el multiplicador, se desenrosca el tapón de la parte superior y se lanza. Una cinta de tela con un pequeño peso de metal en el extremo libre se desenrolla por efecto del viento. Cuando llega al final cae arrastrando un pasador al que está atada y que bloquea el mecanismo. Sin este pasador, cualquier movimiento brusco o impacto mueve una pequeña bola de plomo que empuja la aguja percutora contra el cebo, provocando la explosión".


1 Gracias a Antonio Alonso que me ha facilitado copia de dicho documento.



Diversos tipos de P.O. Archivo fotográfico: Antonio Alonso.

Pero, si todas las granadas son iguales, qué es lo que hace diferente a la del Ejército del Aire?. Su peculiaridad radica en el tapón, y no sólo en el emblema. El tapón de la Granada PO del Ejército del Aire, en su parte superior, no es de sección circular, sino cuadrangular. El motivo de esta diferencia es objeto de numerosas conjeturas (hay quien dice que el motivo era para poder quitar esa capucha con las manos enguantadas o incluso que era una especie de solución para ser lanzadas desde aviones, y que también pudiese ser el "rombo" del Ejército del Aire).


            La verdad es que tras mucho conjeturar, la clave está en el libro de la Escuela de Especialistas que se ha indicado anteriormente. Tras una detenida lectura, y tal y como me refiere el amigo Jesús Acosta. Paso a "pegar" lo que pone en la página 44 del mismo:


Por lo tanto, queda confirmado que la única explicación plausible de la existencia del remate cuadrangular, es para quitar la capucha "con los dientes", solución muy castiza. Misterio resuelto. Para terminar, sólo resta decir que sabemos que estas granadas fueron usadas entre finales de 1946 y los años 70 en que fueron sustituidas por las Granadas Expal.


En esta imagen se aprecia perfectamente que el tapón, en su parte superior, es de forma cuadrangular, y además,  simula en su parte superior, un rombo del EA.

Mi agradecimiento a la inestimable ayuda prestada por mis buenos amigos y "tremendos" especialistas, D. Jesús Acosta y D. Antonio Alonso, que son quienes han aportado todos los datos que aparecen en la confección de este modesto artículo, así como a Dani Vives, por facilitarme las fotos que lo ilustran.

1 comentario:

  1. Muy interesante artículo. Es habitual que estas piezas menores del armamento usado en el E. A. pasen desapercibidas y sólo queden en la memoria personal de quienes usaron de ellas. Yo, por ejemplo, llegué a tenerlas de dotación aunque nunca las usé ni siquiera en ejercicios prácticos, estoy hablando de finales de la década de los 70 del pasado siglo. Es muy de agradecer, por tanto, este recordatorio para los estudiosos del tema, además de para la curiosidad general.

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