Una
instrucción fechada en 1938 sobre el empleo táctico de unidades aéreas refería
que las tropas en combate “sentían la necesidad de apoyo aéreo”, especialmente
en los momentos en los que debían asaltar una posición. Con esta idea básica se
crearon las unidades de cooperación.
Estas unidades tenían dos misiones
diferentes: una, el reconocimiento aéreo (visual y fotográfico), la otra, la
cooperación con acciones militares sobre el enemigo.
Dentro de la segunda, existían dos
modalidades específicas distintas: el bombardeo ordinario y el asalto,
comúnmente llamado la “cadena”. La combinación de ambas derivaba en un
bombardeo en picado y un ametrallamiento.
Ambas modalidades entrañaban un
serio riesgo, pues se bombardeaba a alturas de entre 800 y 1.500 metros,
mientras que la “cadena” ametrallaba a una altitud entre los 200 y los 1.000
metros.
Es quizás la “cadena” la que más
riesgos tenía, sobre todo en frentes muy atrincherados y defendidos, de hecho,
se les ordenaba regresar a base sin ametrallar si se encontraban con estos
frentes.
Durante la contienda, y tras la
evolución inicial de las fuerzas aéreas, las llamadas “Unidades de Cooperación”, quedaron encuadradas en
la Región Aérea de Levante, con sede en Zaragoza, que mandaba Julio García de
Cáceres, en la que formaban los siguientes grupos: el 1-G-2 (creado en Mayo de
1937), compuesto por aparatos Heinkel He 51, aviones de caza reconvertidos a tareas
más propias de sus prestaciones, como la cooperación a las unidades de tierra,
y que reinventaron “la cadena” (porque ya se había empleado en las guerras de
Marruecos), cuyo mando recaía en José Muñoz Jimenez “El Corto”. Más tarde, en
Junio del 38, se formó el 4-G-2, con una nueva remesa de He 51 de la que se
desprendió la Legión Cóndor, su mando recayó en el Comandante Gerardo Fernández
Pérez. El 4-G-12 (grupo creado en Junio de 1937, proveniente del 1-G-12 que se
creó en Febrero de 1937), con IMAN Romeo Ro.37 al mando de Rafael Martínez de
Pisón (tras el fallecimiento por recibir un disparo desde tierra de su anterior
Jefe, el Comandante José María Negrón, en Enero del 38, durante la Batalla de
Teruel), el 3-G-11 (creado en Junio de 1937), que contaba con los He 46, y
mandado por Juan Castro Carrasco (y disuelto al final de la Batalla de Teruel
por el mal estado de los aviones supervivientes), y el 6-G-15 (creado en Junio de 1937), con
Heinkel He 45 “Pavo”, mandado por el comandante Félix Bermúdez de Castro “El
Chili”.
La actuación de estas unidades
conllevó muchas bajas e innumerables menciones y recompensas tanto individuales
como colectivas.
Romance
de las Cadenas. Creado por Luis Vives Camino en Teruel en Abril de 1938. Este
está confeccionado a mano, pero al no ir firmado por Vives, dudamos de que sea
él el autor. (Colección Blas Vicente Marco).
Fuente:
articulo elaborado por Blas Vicente Marco.
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