La trayectoria de un ingeniero y aviador militar en el siglo XX. Por Alejandro Pazó Giménez de la Espada.
Hace unos años tuve la ocasión de tener en mis manos las
memorias de un insigne piloto e ingeniero aeronáutico gracias a un amigo mío
que si tiene dichas memorias, al dejarme el libro me dijo “son inéditas para la inmensa
mayoría de la gente, y sobre todo para el Ejército del Aire”. Intenté
conseguir dichas memorias desde el momento en que las conocí, y no hubo suerte,
el libro es una edición particular, como las varias que existen en la
actualidad de aviadores que por una razón o por otra no han querido jamás dar
luz a sus recuerdos, anécdotas, heroicidades y sufrimientos, Desde este blog de
historia aeronáutica española animo a sus descendientes a publicar esos
recuerdos qué muchos de nosotros disfrutaríamos como ellos lo hicieran en su
momento. Siempre he pensado que la historia, buena o mala es historia, y ha de
ser conocida.
Pero mi sorpresa llegó hace unos días cuando en un portal
de compra y venta en internet de militaría, un vendedor vendía las memorias de
don José Pazó, y no perdí la oportunidad de ganar esas memorias para mi biblioteca
aeronáutica, y ¡las conseguí¡ yo también podía disfrutar de esos recuerdo, y
vaya si lo estoy haciendo, el libro no defrauda a los más exigentes
historiadores o investigadores… El haberlo conseguido hace que sea aún más si
cabe una joya de la que disfrutar.
El Personaje.
Fotografía de don José Pazó Montes, Coronel del Ejército del Aire.
José Pazó Montes, nació en Pontevedra en 1902, y falleció
en Madrid en 1978. Ingresó a los dieciocho años en la Academia Militar de
Ingenieros de Guadalajara, y a los veintidós años tuvo su bautismo de fuego en
el Protectorado de Marruecos al frente de una compañía de zapadores. Se
incorporó al Servicio de Aeronáutica como oficial piloto en 1926, siendo
destinado de nuevo a África donde combatió intensamente en las escuadrillas “Bristol” hasta 1927, en
que resultó gravísimamente herido en acción de guerra. Obtiene el título de
ingeniero aeronáutico en 1931, y en 1934 se hace cargo del Servicio
Aerofotogramético del Catastro, en el que vuela y dirige hasta 1936.
Detenido en Madrid a finales de julio de 1936 y después
de una dura y trágica peripecia, escapa de Cuatro Vientos en un avión en el mes
de septiembre, incorporándose inmediatamente al frente, combatiendo desde
Talavera, en una escuadrilla de Romeo RO-37, y más tarde desde Tablada.
Nombrado primer jefe de la octava escuadrilla de cazas Fiat, participa en los
duros combates de las ofensivas de Extremadura en el verano de 1938. Termina la
guerra como jefe del Parque de Material del Sur, y después de traen en vuelo
los aviones republicanos en Francia y Argelia, parte hacia Berlín como agregado
aéreo. En la capital del Reich alemán permanece hasta abril de 1944 (por
delante de él y su despacho pasan las escuadrillas azules que combaten en
Rusia), en las delicadas misiones que se le encomiendan, y es testigo directo
de la dura lucha y derrota de Alemania. En 1945 asciende a Coronel, y es
nombrado Secretario General del Ministerio del Aire. En 1965 alcanzó el
generalato, culminando en 1969 su carrera militar como General Inspector del
Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos, al que pertenecía desde 1940.
En colaboración con su compañero Arturo González Gil desarrolla a partir de 1935 una familia de aviones de entrenamiento, enlace y turismo, de los cuales el GP-1, que había ganado el concurso para avioneta de enseñanza en el Ejército, fue construido en serie durante la contienda. En 1948 fue nombrado primer director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos, que organizó y dirigió hasta 1965. Ese mismo año fue nombrado presidente de la primera línea aérea privada española Aviación y Comercio “Aviaco” hasta 1959. Cortés, discreto y reservado, y al mismo tiempo con espíritu emprendedor, fue muy respetado por los que estuvieron a sus órdenes. Su figura y trayectoria han sido prácticamente silenciadas por los historiadores de la aviación española. Este libro trata de mantener su recuerdo entre aquellos que lo conocieron y quizás reivindicar su memoria.
El libro.
Portada
del libro de Pazó.
Yo sé que don Alejandro Pazó va a leer este articulo,
pues me consta que se lo van hacer llegar a través de un amigo común, por ello
le pediría a don Alejandro que se animara a intentar que una nueva edición de
este magnífico trabajo saliera a la luz y así mucha gente interesada por la
historia de la aviación militar española tuviera la oportunidad de leer dichas
memorias como yo lo estoy haciendo, y disfrutando de ellas, todo hay que
decirlo.
Datos del libro.
Título original: “El vuelo de José Pazó, la trayectoria de un ingeniero y aviador militar en el siglo XX”. Autor: Alejandro Pazó Giménez de la España. Año: 2012. Edición particular no venal. Impreso en España. Tamaño: 16,5 x 24 centímetros. Número de páginas: 202. Idioma: Castellano. Fotografías: blanco y negro y color. Perfiles aeronáuticos en interior portada y contraportada.
Oportuna y necesaria difusión la de este libro, pues cierto es que se conoce poco la trayectoria militar y aeronáutica de este importante aviador e ingeniero.
ResponderEliminarOjalá se le reconozca, aunque sea con el tiempo ya pasado, sus méritos y logros en bien del E.A., saludos Ángel
EliminarIlustre personaje de la Aviacion civil y Militar española.
ResponderEliminarAlejandro Pazó 25 de Mayo de 2021.
ResponderEliminarEfectivamente nuestro amigo comun me ha hecho llegar el enlace.
En primer lugar agradecerle sus elogiosos comentarios creo merecidos a la figura de mi padre menos a mi librito.
Efectivamente solo se han publicado dos ediciones de cien ejemplares en total, costeadas por mi, con la ayuda tecnica de Lucas Molina, y que "volaron" de mis manos en pocos meses.
Con mi muy admirado y lamentablemente desaparecido Cecilio Yusta hablamos de escribir un nuevo libro, ampliando la informacion sobre los aviones GP y P, la figura de Arturo Gonzalez Gil y los informes enviados por Jose Pazó desde Berlin al Ministerio desde 1939 a 1944 que desconocia cunado redacté las anteriores ediciones.
Lamentablemente quedó todo en nada. Por aquel entonces Cecilio estaba centrado en su proyecto de libro sobre la figura de Alfredo Kindelan.
Escribir un nuevo libro es una labor dura para un aficionado como yo y esta vez no la emprenderia sin la colaboracion de un historiador aeronautico que me orientara y compartiera el trabajo. Buscar un editor tambien seria una historia pero quizas mas factible.
Gracias de nuevo por prestar atencion a la figura de mi padre.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSr. Pazó
EliminarGracias por su mensaje, nada de elogios, la figura de su padre es una de las muchas que han pasado desapercibidas en el E.A. (la redencillas, envidias y demás que en aquella época se gastaban en el E.A., las malas acciones de ese personaje (así nadie se siente ofendido), es un claro ejemplo de ello, que le puso a su padre contra las cuerdas sin ningún fundamento).
Había que reconocer su trabajo, dedicación y pasión por su trabajo, que culminó en la creación de las GP, junto a su buen amigo González Gil, otra gran figura que ha pasado desapercibida. En cuanto a lo de contar con asesoramiento, usted sabe que nuestro amigo en común puede ayudarle en cualquiera de esos datos que hacen falta para elaborar un nuevo libro bibliográfico. Los documentos de la etapa de su padre en el despacho de Berlín son documentos que no han visto la luz y que supondrían muy buena información y totalmente desconocida en la historia de las escuadrillas azules, en ese tema nuestro amigo común tiene mucho que decir al respecto y no dudará en ayudarle en lo que haga falta. La perdida de Cecilio Yusta ha sido muy lamentable no solo en lo personal (cada vez que nos veíamos en el archivo del aire me decía ¿nuestro joven investigador paracaidista como está?), y comenzábamos a charlar de la historia aeronáutica. Por desgracia para el servicio histórico del aire se ha perdido al mejor historiador que tenían allí.
Solo quisiera Sr. Pazó animarle y no dejar el proyecto abandonado, por la memoria de su padre y por la historia de nuestro E.A., muchas veces ingrato y olvidadizo con sus hijos.
Por supuesto en lo que le pueda ayudar cuente usted con mi colaboración. Ha sido un placer charlar con usted aunque haya sido a través de mi blog, el cual espero que sea de su agrado.
Reciba un cordial y afectuoso saludo
Carlos Bourdon
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