martes, 31 de marzo de 2020

LAS MEDALLAS DEL TROFEO HARMON DE CARLOS DE HAYA


Por Blas Vicente y Santiago Guillen.

            La verdad es que resulta increíble con qué poco nos “liamos”, los amantes de la historia de nuestra aviación, para pasar estos ratos de confinamiento a los que estamos sometidos y que esperamos duren poco. Como interesados en esta, nuestra historia aeronáutica, los que suscriben estas líneas, contactamos, al respecto de la reciente venta (en un conocido “portal de ventas” online), de dos piezas singulares. Se trata de DOS medallas iguales (o copia), a la entregada a Carlos de Haya, que le acreditaba como ganador del Trofeo Harmon de aviación del año 1931. Lo curioso del asunto es que sabemos, por Miretxu de Haya (hija de Carlos) que la pieza original la conserva la familia. Con estos datos, no nos quedaba otra solución que iniciar una investigación para esclarecer la aparición de las piezas.

Antes de comenzar, cabe recordar (pues de esto tratan los artículos que se vierten en este estupendo blog: de recordar cosas que tristemente hemos olvidado), que el trofeo Harmon[1] fue establecido en 1926 por Clifford B. Harmon (1866-1945), un acaudalado aeronauta y aviador americano, pionero en proezas como las que premiaría su trofeo, pues, entre otras, fue el primero en cruzar en 1910 en travesía aérea, el estrecho de Long Island, o el que ostentó el récord de duración de globo libre entre 1909 y 1927.


                       Clifford B. Harmon con sus distintos trofeos. (Fuente: Internet).


El Trofeo Harmon, o “Harmon Trophy” llegó a ser uno de los galardones aeronáuticos más prestigiosos del mundo, sino el que más. Se entregaba de forma anual por la Liga Internacional de Aviadores o L.I.A. (creada por el propio Harmon tras la Primera Guerra Mundial). Existían distintas categorías: inicialmente, se trataba de un conjunto de tres trofeos internacionales, que se otorgaba anualmente a aviador excepcional, aviadora, y aeronauta del mundo ( globo o dirigible ); a posteriori se creó un cuarto trofeo, el "Trofeo Nacional", fue otorgado desde 1926 hasta 1938 para el aviador más sobresaliente en cada uno de los veintiún países miembros de la Liga, y de nuevo desde 1946-1948 en honor a los estadounidenses que hubiesen contribuido a la aviación. En España, por ejemplo, dejó de otorgarse el trofeo con el inicio de la Guerra Civil, en 1936.

Fueron varios los españoles merecedores de tan distinguido trofeo, así que nada mejor que darles un pequeño homenaje recordando sus nombres y las gestas más significativas que realizaron, que coinciden, como no, con la llamada década prodigiosa de los “Grandes Raids”, época en la que las alas españolas escribieron esas grandes gestas con letras de oro en el libro de la historia de la aviación mundial:

El primero en obtener tan preciado trofeo fue Ramon Franco Bahamonde. El 21 de enero de 1926, partía de Palos el hidroavión Dornier Wal, bautizado como Plus Ultra. Su objetivo era cruzar el Océano Atlántico partiendo de Cádiz, para llegar a Buenos Aires[1]. El punto de origen fue el puerto de Palos, el mismo puerto desde el que partió Cristóbal Colón. Franco contaba con la pericia de los tripulantes Julio Ruiz de Alda y Juan Manuel Durán y el mecánico Pablo Rada. Era un intento más de conseguir cruzar con éxito el Atlántico de Este a Oeste (a la inversa ya se había conseguido en cinco ocasiones). En esta ocasión se consiguió la meta. El raid se completó en siete etapas, recorriendo un total de 10.285 kilómetros en 59 horas y 48 minutos de vuelo. El 10 de febrero de 1926 el Plus Ultra amerizaba en Buenos Aires completando una hazaña increíble para la época. Franco y sus hombres fueron recibidos como héroes. Ese mismo año, Franco recibía el premio Harmon, el máximo galardón de la aeronáutica en aquella época, y no a nivel “nacional”, sino internacional, pues en ese momento, España todavía no era “socio” de la L.I.A. Justo tras el logro del Plus Ultra, pasó a formarse la Sección Española de la Liga Internacional de Aviadores, que fue presidida por Alfredo Kindelán, con Ramón Franco y Joaquín Lóriga como vicepresidentes, tesorero Francisco Ansaldo, y Secretario Jacobo de Armijo.

 El siguiente vuelo premiado lo fue en el continente africano. La lejanía con España y la necesidad de explorar África hizo que ya en 1926 Guinea recibiera la primera expedición aérea, a cargo de la Patrulla Atlántida, formada por tres hidroaviones Dornier Wal que al mando del Comandante D. Rafael Llorente Solá amerizó el día de Navidad en la rada de Santa Isabel de Fernando Poo con su hidro bautizado “Valencia” (copilotado por Teodoro Vives y con el sargento Navarro como radio) después de haber salido de Melilla y realizar escalas en Casablanca, Las Palmas, Port Etienne, Dakar, Conakry, Monrovia, Abidjan y Lagos. Completaban la patrulla el hidro pilotado por los capitanes Jiménez Marín y Rubio, a los mandos del “Andalucía” y el hidro de los capitanes Antonio Llorente y Martínez Merino “Cataluña”, en el que asistían el capitán de ingenieros Antonio Cañete y el mecánico soldado Madariaga. Este raid, que también tenía como misión la realización de diversos cometidos aero-fotográficos, supuso para su comandante el reconocimiento de la Asociación Internacional de Aviadores que le otorgó el Trofeo Harmon de 1927 por haber regresado a su base con su patrulla íntegra después de haber recorrido más de 15.000 kms. Esta hazaña consiguió también el segundo puesto en el trofeo Harmon internacional.



Arriba, portada de la Revisa AÉREA de Enero de 1927, dónde se cuentan las gestas de la Patrulla Atlántida. (Fuente, hemeroteca digital de la BNE.). Abajo, portada de la revista MOTOAVIÓN número 61, de 25 de octubre de 1930, en la que podemos ver a Cipriano Rodríguez y al teniente Carlos de Haya. (Fuente, hemeroteca digital de la BNE.).


En ésta fotografía vemos, el Breguet XIX con el que se consiguieron batir los récords de velocidad. (Fuente, Hemeroteca digital de la BNE).

  Entre 1929 y 1930, el capitán Cipriano Rodríguez Díaz, junto a un joven teniente de nombre Carlos de Haya González, batieron con un Breguet XIX “Grand Raid” con numeral 71, una serie de récords de velocidad: El Récord mundial de velocidad sobre base de 5000km a una media de 208.159km/h.; el Récord mundial de velocidad sobre base de 2000km. a una media de 220.458km/h.; el Récord mundial de velocidad sobre base de 2000km. a una media de 220.458km/h. con 500kg. de carga comercial, en el mismo vuelo se batieron los dos récords. Estos récords le hicieron acreedor a Haya del diploma de honor y la medalla de oro de la liga internacional de Aviadores de ese mismo año, el Harmon Trophy, correspondiente a 1930.

El Harmon de 1931 (medalla y diploma de honor) también fue para Carlos de Haya con motivo de su Raid a la “Guinea española”. El día de Navidad de 1931 aterrizaron en Bata, procedentes de Sevilla, Carlos de Haya y Cipriano Rodríguez Díaz (apodado de formar cariñosa “Cucufate”, quizás por su escasa estatura), que atravesaron en vuelo directo y rectilíneo el desierto del Sáhara a bordo del mismo Breguet XIX «Gran Raid» con el que se habían conseguido los récords de velocidad el año anterior. La proeza llegó después de recorrer 4.572 kms. Fue la primera ocasión en la que en vuelo directo se enlazó la península con la entonces colonia de Guinea.

En 1933, dos españoles consiguieron el Trofeo Harmon, lamentablemente no se les pudo entregar.  En 1932 se proyectó lo que, por vez primera se haría: cruzar el océano Atlántico desde Sevilla (España) hasta Camagüey (Cuba) sin paradas intermedias. Los pilotos elegidos fueron Mariano Barberán y Joaquín Collar, y como mecánico de abordo tenían al sargento Madariaga, usando un avión sesquiplano Breguet XIX, Superbidón bautizado “Cuatro Vientos”. El viaje se inició el sábado 10 de junio de 1933 en el aeródromo de Tablada (Sevilla), aterrizando con éxito al día siguiente en el de Camagüey. Tras concluir el viaje España-Cuba de manera exitosa, el avión desapareció por razones aún no conocidas cuando volaba en un trayecto entre Cuba y México, durante la segunda parte de su trayecto. Todavía hoy se desconoce qué ocurrió con el avión y la tripulación. El 22 de abril de 1934, el diario ABC en su página 46, anunciaba que la Liga Internacional de Aviadores, concedía a título póstumo el trofeo Harmon, correspondiente a 1933, a aquellos desafortunados pilotos del “Cuatro Vientos”.


Foto de Barberán y Collar en Camagüey. A sus espaldas el “Cuatro Vientos”. (Fuente Internet).


Foto de Ramón Torres mostrando la medalla del Trofeo Harmon y el diploma acreditativo. Portada de una revista de época. (Fuente internet).

En 1934, un joven piloto llamado Ramón Torres Guasch, (que acaba de obtener su título de piloto el 15 de junio del 34), adquirió a principios de julio una avioneta Potez 43 con motor radial equipada de monoplaza para poder disponer de depósito suplementario de combustible y con matrícula EC-AXA, y con ella emprendió, el 22 de noviembre, un viaje en solitario, que con principio y fin en Barcelona, le llevó a recorrer en un mes 11.160 Km. por Africa, vía Marruecos, sur de Argelia, Dakar y el Sáhara Español. Pese a no tratarse de ningún intento de récord, la Federación Aére  a Internacional reconoció el extraordinario mérito del viaje, otorgándole el premio Harmon.

Poco después, el 16 de mayo de 1935, un piloto cántabro de 21 años que había iniciado un raid en solitario desde Santander a Méjico, aterrizó en Sidi Ifni. Se trataba de D. Juan-Ignacio Pombo Alonso Pesquera a los mandos de la avioneta British Aircraft Eagle 2, bautizada como «Santander», y con la que felizmente completó el raid de 15.970 kms en 76 horas y cinco minutos de vuelo. Este fue el último galardonado español con tan prestigioso trofeo.


Pombo con un pie en el estribo de su avioneta “Santander”. Artículo de Fernando Llorente para el blog Museo Aviación Militar Española.

Sabemos, también por el artículo de Miguel Angel Pérez, que otros españoles también fueron merecedores de otros premios “Harmon”, caso de Juan de la Cierva, que obtuvo la “medalla extraordinaria” de 1928, o los capitanes Jiménez e Iglesias, que obtuvieron la medalla de plata del premio Harmon en 1929. Volviendo a lo que nos ocupa, al trofeo. Al parecer, son varios diseños, uno para cada categoría, destacando el que corrió a cargo de una joven artista de Georgia, la princesa Isabelle Roussadana “Roussy” Mdivani (1909-1938), que, curiosidades de la vida, estaba casada desde 1928 con el pintor español Josep María Sert; y el del belga Godofroid Debrese, al que nos referiremos más tarde por ser el que nos interesa. Para las “Secciones Nacionales” (caso de la española), el diseño de la figura original, así como de los medallones, corrió a cargo de Godofroid Devrese, que era un escultor y Medallista, belga, nacido en Courtrai el 19 de agosto de 1861, quién, además de producir más de 200 medallas, también realizó bajorrelieves, estatuas de animales y monumentos, falleciendo en Bruselas en 1941.


   Roussadana Mdivani junto a su diseño en una publicación de época. (Fuente: internet)

La escultura de Devrese, representa a dos figuras aladas, una sobre otra, ambas sobre una bola terráquea que aparece flotando en un mar de nubes. Todo este conjunto se asienta sobre una base octogonal. Está moldeada en seis piezas. La parte más grande incluye la base octogonal, un globo terráqueo y los cuerpos de las dos figuras humanas aladas. Las otras cinco partes son las cuatro alas y las piernas de la figura superior.

Sabemos por el artículo de D. Miguel Ángel Pérez, que la escultura confeccionada para la Sección Española de la L.I.A., (la escultura original), se encuentra en el Cuartel General del Aire, mide 92 cm. de alto, y “en su base están grabados varios renglones: «1926 COMANDANT FRANCO/ 1927 COMANDANT LLORENTE/ 1928 /1929/1930/1931», los últimos años en blanco. A la izquierda figura «L.I.A» y a la derecha «HARMON TROPHY AMERICAN PILOT N-6 F.I.L.», finalmente a ambos lados de la peana aparecen más años en blanco hasta 1939”.

Al parecer, en el trofeo se hace referencia a Clifford Harmon como titular de la licencia Aeronáutica Internacional número 6 de la Federación (en los primeros días de la aviación, antes de la licencia nacional de pilotos, licencia sobre una base deportiva fue realizada por la FAI). Al otro lado de la base está inscrito "LIA", una referencia a la Ligue Internationale des Aviateurs.

En cuanto a la medalla (más bien medallón), ésta tiene un diámetro de 7,5 cm. y lleva incluido un prendedor para anilla. En el anverso, Devrese (autor también, sin duda, de dicha medalla) reprodujo en relieve la escultura a la que hemos hecho referencia. En el reverso, figura a modo de círculo perfecto, la siguiente leyenda: en la parte superior LIGUE INTERNATIONALE DES AVIATEURS, y en la parte superior, MEDAILLE D´HONNEUR. El centro de este reverso se reservaba para poner el nombre del agraciado y el año. Concretamente, en el medallón que nos ocupa, se grabó en su parte central la siguiente leyenda: ELIGE A CARLOS DE HAYA Y GONZÁLEZ COMO SU CAMPEÓN AVIADOR DE LA SECCIÓN ESPAÑOLA. 1932 (1932 es el año de concesión, pero el premio es de 1931 como figura en el Diploma de Honor).

Hasta aquí, es todo lo normal que debería haber en uno de estos medallones, pero Carlos de Haya, que era todo un caballero, mando grabar en el espacio central sobrante de la medalla la siguiente leyenda: A CUCU EN RECUERDO DE NUESTRO VUELO A GUINEA, fdo. HAYA., en clara alusión a que el premio era merecedor también su nombrado compañero Cipriano Rodríguez alias “cucufate”. Según nos refiere Miretxu, esta medalla, la entregó Haya a “Cucufate”, y tras el fallecimiento de ambos durante la Guerra Civil, la viuda de “Cucufate” le devolvió el obsequio en un más que hermoso gesto, a la viuda de Haya. Pero, ¿si este premio consistía en una única medalla entregada, porqué han aparecido recientemente dos piezas más?

Como el lector podrá apreciar en las imágenes de las citadas piezas (en color al final del artículo), las mismas no tienen la calidad de la original (en blanco y negro, también al final del artículo). En una de ellas no se lee la leyenda, en la otra, aunque si se lee bien, se aprecian puntos inacabados. La explicación la encontramos en que ninguno de los dos medallones es original. Según nos dicen sus actuales dueños (quienes prefieren permanecer en el anonimato), estas piezas están hechas en un metal blando llamado “calamina”, bastante usado para pruebas de taller. Por lo tanto, creemos que estas dos piezas son “pruebas de taller”.
Nuestra hipótesis (sólo es una hipótesis para intentar desentrañar el porqué de la existencia de más de una de estas medallas), es la siguiente: Carlos de Haya, para agradecer a Cipriano Rodríguez toda la ayuda y colaboración prestada, tanto en los récord de velocidad como en el viaje a Guinea, debió encargar a algún artesano español una copia del medallón a fin de obsequiar a su amigo. El artesano, seguramente, debió realizar un molde en escayola (o arcilla u otro material de uso en la fundición de estas piezas) del original. Desconocemos si sobre el molde escribió la leyenda “A CUCU EN RECUERDO…” y lo firmó, o lo hizo directamente en el original o en una de las copias.

El artesano, como es lógico, debió hacer varias pruebas con el molde en el citado material (calamina), corrigiéndolo en los defectos apreciados, hasta que le gustó el resultado, procediendo a confeccionar un nuevo medallón idéntico al original. Esta hipótesis explicaría la existencia de tal cantidad de copias, pues junto a las dos que salieron recientemente a la venta, existe otra en poder de la familia (entendemos que la original) y otra (u otras dos) en el Museo del Aire, pues allí estaban hace unos años en la vitrina de Carlos de Haya. Quizás sea esto, o quizás otra cosa, el caso es que existen varios medallones idénticos. Esto da que pensar…, y si estamos en lo cierto, a saber si todavía hay más pruebas en algún antiguo taller de orfebre!!!!

Nuestro agradecimiento a Miretxu de Haya y a D. Jesús M. García, que han aportado datos imprescindibles para la confección de este artículo.

NOTA DE LOS AUTORES.


Tras la publicación del artículo, nos ha llegado noticia de que, en los años 80, la familia Haya donó copias de las medallas de Carlos de Haya al Museo del Aire…por lo tanto, otra explicación plausible es que las copias que han aparecido, podrían ser pruebas, no de época, sino para conseguir copia de esas medallas donadas al Museo. Según Miretxu, su tío Fernando de Haya (hermano de su padre), se encargó de la gestión con el Museo y le parece bien esta explicación, así que la damos por buena y dejamos el caso cerrado…..



ÁLBUM FOTOGRÁFICO.







Diversas imágenes del trofeo Nacional español, dónde se puede observar la firma del escultor Godofroid Devrese, los años y los dos primeros campeones españoles, Franco y Llorente. (Fuente Internet).





Arriba y abajo, las dos copias en calamina localizadas. Como puede apreciarse, en la primera se intuyen (más que se ven) las letras del centro de la medalla, mientras que en la de la parte inferior ya aparece la medalla prácticamente terminada.



Fotos en b/n del anverso y reverso de la Medalla que posee la familia de Carlos de Haya. Fuente:  http://www.carlosdehaya.com/records.htm


Diploma de honor de la L.I.A. a Carlos de Haya por su viaje Sevilla-Bata. Alrededor, se pueden observar las diversas distinciones que comprendía el citado Trofeo Harmon. Fuente: http://www.carlosdehaya.com/records.htm



La otra medalla de honor ganada por  Carlos de Haya por sus récord de velocidad y la carta de concesión firmada porHarmon.


Medalla de la Sección Alemana que como vemos es de igual tipología que la Española. Fuente: internet.


BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

-Página web dedicada a Carlos de Haya: http://www.carlosdehaya.com/
- Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España.

-Artículo en este mismo Blog de D. Fernando Llorente: AVIADOR JUAN IGNACIO POMBO ALONSO PESQUERA, ÚLTIMO RAID DE LA AVIACIÓN ESPAÑOLA


-          Belarde, J. (1995): “Aviones españoles del Siglo XX”, Fundación Infante de Orleans.
-          Gismera Velasco, T. (2008): “El vuelo del Cuatro Vientos. La última azaña”. Vision Libros.
-                      Pérez Arias, J.M. (2018) “La aviación en las antiguas colonias españolas de Africa”. Revista RESCATE, pp. 13-18.
-                     Pérez González, M. A. (2019): “El Trofeo Harmon”, número 37 de la Revista de Historia Aeronáutica AEROPLANO, pp. 92 a 103.
-                      


[1] Años después se publicó un libro titulado “De Palos al Plata”, y escrito por el propio Comandante Franco junto al capitán J. Ruiz de Alda, narrando aquella gesta.


[1] Se trata de dar unos apuntes generales, pero cabe animar al lector a profundizar en la historia de este trofeo, que sin duda marcó una época, en el completísimo artículo de D. M. Angel Pérez González, titulado: “El Trofeo Harmon”, publicado en el número 37 de la Revista de Historia Aeronáutica AEROPLANO, correspondiente a 2019, pp. 92 a 103.

lunes, 23 de marzo de 2020

PATRONATO NUESTRA SEÑORA DE LORETO PARA HUÉRFANOS Y FAMILIARES DEL EJÉRCITO DEL AIRE


El 1º de abril de 1939 se firmaba en el Cuartel General del Generalísimo el último parte de guerra dando por finalizado el conflicto armado que asoló España con una cruenta guerra civil durante casi tres largos años. El bando sublevado en julio de 1936, con la decisiva ayuda militar (tanto en armas como de voluntarios) prestada por Alemania, Italia y el vecino Portugal desde las primeras semanas del alzamiento, ha conquistado las últimas posiciones y el Ejército republicano desarmado cruza la frontera franco-española o directamente se entrega a los vencedores. Sin duda alguna la actuación de la Aviación nacionalista con ayuda de la Legión Cóndor y la Aviación Legionaria ha sido decisiva en la terminación del conflicto al hacerse casi desde las primeras semanas con el control del espacio aéreo, combatiendo con un enemigo tenaz y valiente que ha luchado con gran coraje, llegando en algunas ocasiones a poner en serio aprieto las operaciones llevadas a cabo por el ejército nacionalista. El recién creado Ejército del Aire como Arma independiente desde 1938, ha sufrido muchas bajas desde el principio de la guerra, tanto entre el personal de vuelo como el de mantenimiento y otros servicios de tierra.

 El número de oficiales de la aviación sublevada fallecidos en acción de guerra asciende a: 1 Teniente coronel, 8 Comandantes, 35 Capitanes, 25 Tenientes, y  66 Alféreces.

            Los jefes y oficiales de la aviación sublevada asesinados durante la Guerra Civil asciende a: 1 Teniente coronel, 6 Comandantes,  28 Capitanes, y 18 Tenientes.

Por desgracia en esta relación de personal de la aviación militar fallecidos o asesinados en el transcurso de la Guerra Civil española publicada en la revista Aeronáutica no aparece personal alguno de las clases de tropa y suboficial por lo que el número de estos me es desconocido, pero bien podríamos hablar de varias decenas de personas. Para atender desde el primer momento las necesidades de huérfanos, viudas y familiares de sus caídos, el Ejército del Aire estudia crear un patronato propio y con ello dar cobertura tanto educativa como económica, gestionando la educación de los huérfanos y la prontitud del cobro de la pensión del fallecido por la viuda o los familiares. Los años de la posguerra, trajo la expansión del Ejercito del Aire y desgraciadamente también el drama para decenas de familias de aviadores que murieron en accidentes aéreos provocados en parte, por un obsoleto parque de aeroplanos muy baqueteados durante el conflicto civil y casi irremediablemente sin un idóneo mantenimiento por falta de repuestos originales fabricados en países que ahora están en guerra. Este periodo negro del Ejército del Aire se prolongó al menos hasta mediados de la década de los años cincuenta.

   
 Jefes, oficiales, suboficiales y personal de tropa muertos en accidente de aviación de 1939 a 1955.

AÑO
1939
1940
1941
1942
1943
1944
1945
CAÍDOS
59
37
39
18
14
10
15

AÑO
1946
1947
1948
1949
1950
1951
1952
CAÍDOS
33
8
16
10
27
26
22

AÑO
1953
1954
1955
CAÍDOS
17
33
19

  
En una interesante entrevista publicada el 24 de febrero de 1942 por el diario ABC y realizada por el periodista Julio Romano al entonces coronel Director del Patronato de Huérfanos del Aire, y a la pregunta de: ¿Cuántos hijos de viuda de aviadores están bajo la protección del Patronato de Nuestra Señora de Loreto? .El coronel Ugarte le responde:  “Hay 273 hijos de viuda, 132 viudas y 17 madres de aviador que vivían a expensas del hijo, del padre o del marido muerto”.  

Proyecto inicial.

        El 15 de junio de 1939 el general Jefe del Aire, Alfredo Kindelán Duany recibe de manos del teniente coronel Társilo Ugarte Fernández, para su estudio y posible aprobación el “Proyecto inicial para la creación y organización del Patronato de Ntra. Sra. de Loreto”. Patronato que atenderá a los huérfanos, viudas y familiares de la oficialidad del Ejército del Aire fallecidos en la recién terminada campaña. En el nuevo  Gobierno que se crea, ocupa de forma inesperada, el cargo de Ministro del Aire, el general del Ejército de Tierra Juan Yägue Blanco en detrimento del general Jefe de la Aviación Militar Alfredo Kindelán. El diario ABC de 4 de agosto de 1939 inserta en la página 4 de la edición de la mañana, un artículo titulado “Patronato de Nuestra Señora de Loreto para los huérfanos de la oficialidad del Ejército del Aire” en el que se dice: “Por orden de la Jefatura del Estado Mayor del Aire se ha constituido una Junta organizadora del Patronato de Nuestra Señora de Loreto, Asociación benéfica-docente, que está en vía de rápida actuación con el fin de recoger, educar e instruir dignamente a los huérfanos de la oficialidad del Ejército del Aire. Para alcanzar dicho objetivo necesita esta Junta disponer de edificios o terrenos apropiados donde construirlos, formando diversas secciones, graduadas por sexos y edades.” Además en dicho artículo se buscan personas que amantes de la Aviación española quieran unirse al proyecto ofreciendo generosamente por donación, venta o especial alquiler sus fincas campestres o urbanas radicantes en las inmediaciones de capital o poblaciones de importancia”. También se rogaba a los interesados se pusieran en contacto de forma urgente con la expresada Junta en la séptima Sección del E. M. del Aire. 

Boletín Oficial del Aire de mayo de 1941.

Dos años más tarde y ocupando la cartera de Ministro del Aire el general Juan Vigón Suero-Díaz, se publica en el Boletín Oficial del Aire nº 65 de 26 de mayo de 1941, la constitución oficial en el Ministerio de la Asociación Patronato de Nuestra Señora de Loreto. El Patronato continuará bajo la dirección del coronel Ugarte nombrado por mi  Orden del  9 de noviembre de 1940, rigiéndose por el Reglamento provisional de la Asociación y determinaciones de su actual Junta organizadora, hasta tanto se dispongan y reglamenten las especiales características de su nueva organización. 
                                           Madrid, 26 de mayo de 1941.
                                                                                              VIGÓN.

Homenaje a los Caídos del Aire.

La Revista Aeronáutica nº 13 de diciembre de 1941, inserta un interesante artículo a cuatro páginas y con numerosas fotografías que titula “Homenaje a los Caídos del Aire”. El encabezamiento de este dice así; “Honras fúnebres e imposición de nuevas Medallas-Emblemas del Patronato de Nuestra Señora de Loreto”.

Dado lo interesante del artículo prefiero resumirlo copiando algunos de los párrafos del extenso texto que aparentemente no está firmado, siendo muy posible que su autor fuera el coronel de aviación Jacobo Armijo, en aquel entonces Jefe del Aeropuerto de Barajas y consumado articulista de noticias  relacionadas con la aviación Militar y Civil española. El artículo dice así:
“El día 11 de diciembre, fecha en que, como todos los años el Ejército del Aire rinde homenaje a sus Caídos, tuvo lugar en la iglesia de Nuestra señora de Loreto de Madrid, una solemne misa de “réquiem”, y acto seguido la ceremonia de imposición de Medallas-Emblemas del Patronato de Loreto a los huérfanos acogidos a él durante el curso del presente año y a las señoras residentes en Madrid que pertenecen a esta Asociación. Las ceremonias resultaron brillantísimas, asistiendo a ellas la excelentísima señora doña Carmen Polo, esposa del Caudillo, que se colocó, acompañada por su hermana (esposa del Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Serrano Súñer), en lugar destacado del templo, cerca del túmulo que, cubierto por una bandera nacional, ocupaba el lugar acostumbrado durante la solemne misa en sufragio de los Caídos de Aviación. Oficiaron el Capellán castrense del Ministerio del Aire con otros dos compañeros de Aviación, actuando de Maestro de Ceremonias el ilustre párroco de Madrid don José Toledo. La presidencia formada por el Ministro del Aire, General Vigón; el Almirante Moréu, y los Generales del Ejército del Aire, juntamente con personalidades civiles y militares y Jefes y oficiales de Aviación, ocupaba la parte central del templo. Todo el lateral izquierdo estaba reservado para las madres, viudas y huérfanos del Patronato de Loreto, y en sitio preferente la señora Marquesa del Rif, viuda del General Sanjurjo, y la señora viuda del General Vives. En un salón contiguo a la iglesia, perteneciente al Colegio de Loreto y adornado con tapices del Patrimonio Nacional y profusión de plantas y flores, se verificó el acto de entrega de Medallas-Emblemas. Presidió el acto íntimo e impuso las referidas Medallas doña Carmen Polo de Franco, secundada por las señoras de Serrano Súñer, Sáenz de Buruaga, Aymat y Gonzalo Vitoria.

Acto seguido el coronel Társilo Ugarte, Presidente del Patronato, pronunció un largo discurso en el que ensalzaba a los caídos de la Aviación en cumplimiento de su deber, también tuvo unas  afectuosas palabras en recuerdo de las madres, viudas y huérfanos de los inolvidables compañeros del Arma Aérea. El discurso se cerró con un sonoro grito: “¡Gloriosos Caídos de Aviación por Dios y por España! ¡Presentes! ¡Viva Franco! ¡Arriba España!”.

 A continuación se procedió a imponer las medallas de Nuestra Señora de Loreto a las damas antes aludidas y unos emblemas de Aviación, con la imagen de la Virgen, a los huérfanos de los aviadores. Los niños fueron luego obsequiados con diversos recuerdos, y el acto terminó entre la emoción de todos los presentes.
    Análogos actos se han celebrado en 11 provincias.

      
Medallas-Emblemas del Patronato de Nuestra Señora de
Loreto para viudas y huérfanos.

Los primeros años de la creación del Ejército del Aire y algo más tarde del Ministerio del Aire, trajo sobre todo en época de la posguerra, la formación de numerosas Unidades y Cuerpos a los que se les dotó de un distintivo o emblema de especialidad que, llevado sobre el uniforme o usado en membretes y documentos identificaba a dichas unidades o al personal destinadas en ellas. Uno de estos emblemas y tal vez de los más desconocidos, se creó para el Patronato de Nuestra Señora de Loreto y destinado a los huérfanos de la oficialidad del Ejército del Aire que junto a la medalla para viudas, madres e hijas de caídos, se concedieron por primera vez el 11 de diciembre de 1941, día del Homenaje a los Caídos del Aire. El autor desconoce la orden de creación de la medalla y emblema, tampoco parece existir un Boletín Oficial donde salga su  aprobación. Todo parece indicar que fueron fabricados por la firma Rokiski de Madrid, que en esta época era uno de los principales (si no el único) proveedor de insignias y emblemas para el Ejército del Aire. Es muy posible que incluso el diseño de este emblema y de la medalla se deba al gerente de la firma madrileña. José Luis Rokiski de descendencia polaca por parte de abuelo, era licenciado por la Universidad Bellas Artes de San Fernando de Madrid y un consumado grabador en metal. Los emblemas fabricados por Rokiski en la década de los años 40, son hoy en día muy apreciados por la calidad de su hechura, sus esmaltes y el nombre grabado en el reverso del propietario del emblema. El emblema con una dimensión de 7 cm. de largo tiene un diseño similar a las alas del Ejercito del Aire, salvo que en su centro figura la imagen de la Virgen de Loreto orlada con una cinta en la que puede leerse “PATRONATO DE Ntra. Sra. DE LORETO”. Las alas son de metal plateado y la corona dorada. Un alfiler en la parte trasera sirve como sujeción. También en el reverso aparece grabado el nombre del hijo o de la hija del oficial fallecido, el nombre de este, la fecha de su fallecimiento y el número de huérfano. La palabra “PRESENTE” en  mayúsculas figura en la parte inferior.

La medalla para huérfanas, viudas o madres, es plateada y tiene forma ovalada en la que figura en el anverso la Virgen de Loreto sobre el emblema de la Aviación militar, una orla que recorre el borde exterior dice: “PATRONATO DE Ntra. Sra. DE LORETO”. En el reverso figura grabado  el nombre de la viuda o hija del oficial fallecido, su número de huérfana, la fecha del fallecimiento del oficial y en la parte inferior la palabra en mayúsculas “PRESENTE”. Se sujeta mediante un imperdible cosido en la parte trasera de un lazo verde, color de la Aviación Militar española. Es de suponer que la concesión de estos emblemas y medallas tuviese el respaldo de algún carné, documento o diploma, pero hasta la fecha no he podido encontrar nada relacionado con ello. Tanto las  medallas como los emblemas están grabados con el número de huérfano, viuda o familiar igual al que aparece en el registro llevado por el Patronato. Este registro ya en vigor antes de la creación del Patronato recoge al menos desde comienzos de la década de los años 30 a los huérfanos y familiares del Aire.  El autor tiene en su colección, emblemas para huérfanos de oficiales de la Aviación Militar fallecidos algunos años antes del comienzo de la Guerra Civil, y otros fallecidos años después del término de esta, lo que indica que el Patronato no solo acogía a hijos y viudas de personal de la aviación muertos en el conflicto armado. Además, el Patronato de Nuestra de Loreto también dio cobertura a huérfanos, viudas y familiares del personal de la aviación militar fallecido por accidente, enfermedad o muerte natural en activo.

El Patronato de Loreto acogió a huérfanos y familiares de fallecidos antes, durante y después de la Guerra Civil, dejando fuera a los huérfanos viudas y familiares de aviadores de la República que combatieron por ella. Tiempo después se crearon los Patronatos para suboficiales y personal de tropa muertos en acto de Servicio.
     
   
EMBLEMA DEL PATRONATO PARA HUÉRFANOS
DEL EJÉRCITO DEL AIRE, 1941.



Emblema concedido por el Patronato de Nuestra Señora de Loreto a los huérfanos del Ejército del Aire. Con una medida de 7 cm. de largo, es muy posible que su diseño y fabricación se deba a José Luis Rokiski. Grabado en la parte trasera se lee el número y nombre del huérfano. En este caso se trata del hijo del capitán Ricardo Bellod Keller, muerto en 1932 a causa de un accidente aéreo. Este emblema en concreto está construido  en dos piezas, por un lado la corona en metal dorado como latón o bronce y por otro,  las alas de metal plateado. Existen  otros ejemplares del mismo emblema construidos de una misma pieza con la corona dorada al fuego. (Colección del autor).



Arriba, bonita fotografía de estudio de niño vestido con el traje de la Primera Comunión, que asemeja en el más mínimo detalle al uniforme del Ejército del Aire usado en verano (M-41) con divisas de capitán. Sobre el fuelle del bolsillo izquierdo (ver imagen ampliada) se aprecia el emblema de Huérfano del Aire. En las solapas de la guerrera se aprecian claramente los emblemas genéricos del E.A. bordados. La imagen data de 1955 y es muy posible que el niño sea uno de los hijos del capitán Rafael Jiménez Garrido, muerto en accidente aéreo el 18 de noviembre de 1946 cuando pilotaba un Heinkel  He-70 Rayo. (Colección del autor).

MEDALLA DEL PATRONATO PARA VIUDAS, MADRES E HIJAS.

1941.




                                 Anverso y reverso de la medalla.

Anverso y reverso de la Medalla del Patronato de Nuestra Señora de Loreto, para huérfanas, viudas o madres de aviador muerto en acto de servicio. Con unas medidas de 2,7 cm. de ancha por 4 cm. de alta, se prendía en la solapa del vestido gracias a un imperdible cosido en el lazo de color verde. Las medallas situadas en el centro y en la derecha de la imagen, fueron concedidas a la viuda e hija del capitán Rafael Jiménez Garrido que como hemos dicho anteriormente murió en accidente aéreo el 18 de noviembre de 1946, al estrellarse el Heinkel He-70  Rayo que pilotaba, en el término de Tornadizos (Ávila). También podemos ver la medalla en miniatura para llevarla colgada del cuello, en este modelo el centro de las alas está esmaltado en color rojo. (Colección del autor).


Arriba, conjunto de objetos y documentos relacionados con el Patronato de Loreto para huérfanos, viudas y familiares de oficiales fallecidos de la Aviación Militar española. De izquierda a derecha; hoja de timbres “Pro-Huérfanos del Aire” de aportación voluntaria y de un valor de 0,50 pts. Encima de estos vemos el “Proyecto inicial de creación y organización del Patronato de Ntra. Sra. de Loreto”. Con 14 páginas, este proyecto recoge punto por punto la creación del Patronato. Le fue entregado en 1939 al General Jefe de la Aviación militar por el teniente coronel Tarsilo Ugarte para su estudio y posible aprobación. Derecha, caja de bombones en forma de libro regalada a los huérfanos el 11 de diciembre de 1941. En la tapa con letras doradas; “Patronato de Ntra. Sra. de Loreto. EL EJÉRCITO DEL AIRE A SUS HUÉRFANOS 10-12-1941”. Abajo, medalla del Patronato para huérfanas, viudas y familiares descrita más arriba. Medalla de plata para colgar del cuello. Izquierda, medalla de campeonato deportivo celebrado en 1955 bajo el auspicio del Patronato. Arriba izquierda, imagen de la Virgen de Loreto con el mismo diseño de la medalla del Patronato. La placa metálica está sujeta a un marco de cuero repujado con siluetas de águilas en vuelo, fue fabricada por la firma Rokiski y podía colgarse en la pared o ponerla sobre la mesa o estantería. En el centro, vemos dos emblemas de huérfanos por ambas caras. Cierran el conjunto una serie de recordatorios de aviadores fallecidos en acto de servicio y por distintos motivos. (Colección del autor).



Arriba, medalla unifacial de plata del 2º puesto en campeonato deportivo organizado por el Patronato de Nuestra Señora de Loreto en 1955. Cabe suponer que existen los modelos en oro y en bronce para los puestos primero y tercero, respectivamente. Posiblemente se trata de una medalla genérica que se grabaría  por el reverso con el tipo de modalidad deportiva. (Colección del autor).



Arriba, caja de bombones o caramelos con forma de libro. Es uno de los regalos que fueron entregados  por el Patronato de Nuestra Señora de Loreto a los huérfanos el día 11 de diciembre de 1941, al término de la entrega de medallas y emblemas. (Colección del autor).                              

Debajo imagen de la Virgen de Loreto, Patrona de la Aviación Militar española. Fabricada por Rokiski, tiene el mismo diseño que las medallas concedidas a las huérfanas, viudas o madres de aviadores fallecidos en acto de servicio por lo que todo indica que tanto estas como los emblemas salieron del taller del conocido maestro grabador. (Colección del autor). 


Fuentes:                                             
Artículo realizado por Santiago Guillén González, agradezco a Carlos Bourdon su colaboración con su blog. Documentos y piezas originales de la colección del autor.

Bibliografía: Hemeroteca del diario ABC, proyecto inicial de creación y organización del Patronato de Nuestra Señora de  Loreto. 1939. Relación numérica de fallecidos por accidente de aviación en el Ejército del Aire, 1939-1966. General José Gomá Orduña.