Si ya anteriormente vimos un desfile de la 1ª Bandera de
Paracaidistas con el casco italiano M-33, esta vez vamos a ver el primer
desfile de la Bandera con el paracaídas a la espalda. El común de estos dos
desfiles es simplemente que no se volvió a realizar, fue único. En este caso
vuelvo a consultar los apuntes que en las numerosas entrevistas, tanto
personales como telefónicas mantuve con don Mariano. En una de ellas me
comento, al mismo tiempo que me mostraba diversas fotos, el curioso caso de un
desfile que se realizó con motivo del desfile de la Victoria de 1951. Doy paso
a don Mariano: “en una de las reuniones que manteníamos en la Bandera antes de
preparar los desfiles siempre hacíamos una serie de hipótesis para intentar
mostrarnos y que la gente y nuestra propia gente, los del aire, nos conocieran
y se fijaran en nosotros, por eso desfilamos una vez con el casco de acero. Fui
yo quien dijo lo de desfilar con el paracaídas a la espalda, y aquello causó
sorpresa, sobre todo en Pepe (don Mariano se refiere a José Pérez
Ramos, capitán de la 1ª Compañía). No pareció que aquello gustara mucho, pero
accedieron a ello, total, había que comprobarlo”. Se preparó
cuidadosamente el equipo y se advirtió al `personal que tomaría parte en el
desfile, las dos compañías de la Bandera, pero no completas debido a las bajas,
de que este iba a ser un desfile especial. “que había que dar el do de pecho, morderse
el labio si hacía falta, pero hacerlo como los ángeles”. Como sabemos,
cada vez que la Bandera participaba en un desfile de la Victoria se realizaba
un informe en el cual se especificaba el número de efectivos de esa participación
así como el material que se utilizaría. Ese informe se escribía por duplicado,
guardando una copia en el archivo de la unidad (Plana Mayor) y el otro se
enviaba al Estado Mayor en el Ministerio del Aire. Desconozco si estos informes
previos a los desfiles los realizaban las otras unidades del E.A. que
participasen en los desfiles, o si por el contrario era una obsesión del jefe
de la Bandera de informar de todo cuanto sucedía en relación a su unidad.
Llegó el día del desfile, primero de abril de 1951, “la
gente estaba preparada, y con el paracaídas a la espalda, ya formados, y
atentos a las órdenes de sus oficiales, y a
mí orden de ponerse en marcha”. A mi pregunta de cómo se preparó
todo, me refería a su traslado y posterior vuelta a la unidad, don Mariano me
dijo: En la Bandera por aquel entonces solo teníamos un par de vehículos, con
lo que tuvimos que solicitar camiones a la base para trasladar a las compañías (se
refiere a la base aérea de Alcalá de Henares, de la cual dependía la 1ª Bandera
de Paracaidistas). Los camiones llegaron, y subimos tanto los paracaídas como el
personal a participar en el acto. Una vez en la Castellana, lugar del desfile,
se prepararon los hombres, se colocaron los paracaídas, ayudándose entre sí
unos a otros, y se formó la tropa, calculamos el tiempo de colocación de todo,
material y formación y esperamos, cuando se dio la orden se realizo toda la
maniobra de tal forma que fue colocárselo y formar, y a continuación procedimos
al desfile, que salió muy bien, por cierto, posteriormente nos felicitaron
desde el mando”. Después una vez terminado el acto quedamos con los camiones en
un lugar de la calle, nos subimos y a casa, fin del acto. Una vez en la base y
según se descargaba todo el equipo, mande al jefe de la 1ª cía. que ordenará
formar a las compañías, y allí mismo les dirigí unas palabras de felicitación
por lo bien que yo vi habían salido las cosas”. A mi pregunta de si
hubo algún lesionado por este desfile, me contesta: “si, los hubo, ya que cargar
con el paracaídas, el correaje y el armamento, andar durante un rato por una
pista asfaltada, y los nervios de que todo saliera bien… si, hubo varios afectados
que se repusieron rápidamente.” (Está claro que esta pregunta que le
hago no le gustó nada, su gesto y mirada claramente lo indicaban).
Me explica, como excusándose o justificándose que: date cuenta que cuando se saltaba
se llevaban los paracaídas en el coche a la pista de la base, allí nos lo
poníamos, esperábamos unos sentados y otros tumbados en el suelo a que los
aviones estuvieran listos, pero en el desfile no fue así, se llevó un tiempo a
cuestas todo, y eso resintió algún musculo”. El caso es que no se
volvió a repetir “la hazaña” del desfile con paracaídas, quizás Pepe (José
Pérez Ramos y alguno más de los dos capitanes que había en aquel entonces en la
Bandera, Antonio Linares Mohedano (2ª compañía) y Manuel Maseda Garcia (cía.
Plana Mayor), le convencieran de que era mejor desfilar como todo el mundo.
Imagen de la unidad en el desfile de la Victoria de 1951,
el primero de todo es don Mariano, jefe de la Bandera de Paracaidistas, se
aprecia claramente el paracaídas con sus trinchas por los hombros en color
claro. (Fotografía archivo Carlos Bourdon).
Ampliación de la imagen
anterior
Otra imagen del desfile, aquí las compañías en bloque con
sus capitanes y tenientes al frente, se ve también además del paracaídas, los
correajes y el armamento, en este caso el subfusil Z-45 es uso en la unidad.
(Fotografía archivo Carlos Bourdon).
Fuente:
elaboración propia, entrevista realizada a don Mariano Gómez Muñoz en su
domicilio de Madrid en el año 2012. Fotografías archivo del autor.
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