Por
Santiago Guillén González.
El
autor dedica éste artículo a doña María José García Morato, hija del ilustre
aviador militar laureado de San
Fernando, en el ochenta aniversario de su fallecimiento.
La historia de la Aviación Militar
española es rica en acontecimientos ocurridos a lo largo de los poco más de 100
años de su existencia, esto hace que seamos muchos los enamorados de ella y que
la publicación y lectura de algún trabajo nuevo o poco conocido, se convierta
en un placer, de tal forma que por unos momentos nos traslada al pasado. Tal
vez uno de los periodos más interesante pero también más controvertido, es el
de la Guerra Civil que ochenta años atrás asoló este país.
De los de miles de personas que formaron
en las filas de las aviaciones beligerantes, hay una que, (en mi opinión) entró
por su heroica trayectoria, en la leyenda. Me refiero al comandante Joaquín
García-Morato Castaño, fundador, jefe y líder de la Caza nacional. Durante los
primeros meses de la guerra, Morato junto con otros pilotos españoles,
combatieron como agregados en una Unidad de Caza italiana. En diciembre de
1936, el comandante García-Morato y los capitanes Julio Salvador y Narciso de
Bermúdez de Castro forman la “Patrulla Azul”, a la que ponen el lema de “Vista
suerte y al toro”. Volando con su inseparable Fiat Chirri 3-51, el 18 de febrero de 1937, por su arrojo en los cielos sobre
rio Jarama y luchando con un enemigo muy superior consigue la hegemonía para la
aviación nacional en el frente de Madrid y para él la propuesta de concesión de
la Cruz Laureada de San Fernando, que le sería impuesta por el general Kindelán
en mayo del mismo año en el Aeródromo de Castejón. El proceder de Morato y sus
dos compañeros es motivo de su independencia del mando italiano. Desde
entonces, la Patrulla Azul, fue nutriéndose con pilotos de sobresaliente nivel
como los capitanes Ángel Salas Larrazábal, Miguel García Pardo o Miguel
Guerrero García. Las necesidades de la guerra aérea hacen que García-Morato
reclame a jóvenes pilotos que se baten con arrojo en los Grupos de las Cadenas
de ataque al suelo, o de los recién salidos de las Escuelas de Caza y con ellos
formar nuevos Grupos de cazadores que pasarán a ser mandados por los veteranos
capitanes. Para cualquier joven piloto era motivo de orgullo pertenecer al
Grupo de Caza a las órdenes de Morato. A lo largo de la guerra y partiendo de
la embrionaria Patrulla Azul, fueron
creándose las Escuadrillas y Grupos de Caza siguientes; 1-E-3, 2-E-3, 2-G-3, 3-E-3, 4-E-3, 3-G-3, 5-E-3, 6-E-3, 8-E-3, 7-E-3 y
por último finalizando la guerra el 5-G-5,
que prácticamente no llego a entrar en combate, si bien sus componentes eran en
su totalidad veteranos cazadores. Algunas de estas Escuadrillas o Grupos fueron
disueltos o cambiaron de nomenclatura en el organigrama de la Aviación
nacional, estando la mayoría de ellos encuadrados en la 7ª Escuadra de Caza cuya jefatura recaía en el comandante
Provisional Joaquín García Morato.
Pocos meses después de finalizada la
guerra, el entonces comandante Ángel Salas Larrazábal (otro mítico piloto y
Jefe del 2-G-3) envía un recuerdo a los familiares de los caídos del 2-G-3. Se trata de una fotografía
coloreada del trozo de ala de un aeroplano enemigo derribado por el capitán
García Pardo, donde a lo largo de la guerra fueron pintándose las siluetas de
los aviones derribados así como los nombres de trece pilotos muertos en acción.
En su centro el emblema de “Vista, suerte y al toro”. La foto está montada en
un marco de piel color azul marino de 22 x 29 cm. con un soporte trasero como
sujeción vertical. El marco lleva grabado en oro y en la parte central superior
el escudo del Estado español. En la parte inferior izquierda y también grabado
en oro podemos ver el “2-G-3” y en la
parte derecha la fecha “Mayo 1937-Abril
1939.” El marco, con el cristal y la foto forman un conjunto indivisible al
estar totalmente cerrado sin posibilidad de abrir la tapa trasera. La misma
imagen a color del trofeo pero de tamaño algo más reducido podemos verla en la
página 72 del libro de memorias de García-Morato “Guerra en el aire”. Publicado
en 1940 por la Editorial Nacional y profusamente decorado con bonitas
ilustraciones de combates aéreos realizados por el dibujante y alférez piloto
del 2-G-3 Enrique Munaiz de Brea, muerto en el frente del Ebro el 1 de agosto
de 1938. Su nombre aparece escrito en el trozo de plano junto a los demás
caídos del 2-G-3. En este mismo libro hay una fotografía en la página 69 del
comandante Morato, sujetando el trozo de ala con los derribos de la unidad.
Curiosamente los nombres de los cuatro aviadores hasta entonces caídos aparecen
en dicha fotografía saliendo del centro del emblema en diagonal derecha,
mientras que en las demás fotografías hechas al trozo de ala con la guerra ya
finalizada aparecen trece nombres saliendo del centro del emblema en diagonal
izquierda. Tampoco las siluetas de los aviones derribados tienen la misma
colocación, esto da que pensar que al final de la guerra o una vez terminada,
fuera pintado en su totalidad añadiendo además el nombre de Joaquín
García-Morato, muerto en Griñón por accidente el 4 de abril de 1939. El trozo
de plano original podemos verlo, afortunadamente bien conservado y
convenientemente protegido por una urna de cristal, en el Museo del Aire de
Cuatro Vientos, de Madrid.
El autor no sabe a ciencia cierta
cuántos de estos marcos recuerdos fueron fabricados, ya que a parte de las
familias de los trece caídos cabe suponer que se hicieron algunos más para
regalar a otros jefes de la Aviación Nacional. Tampoco aparece marca alguna de
fabricante y es una lástima desconocer este dato, ya que de tenerlo podría
darnos alguna pista. Es posible que los responsables de la Editorial Nacional,
agradecidos por el contrato de la publicación de las memorias de García-Morato
en distintas tiradas de miles de ejemplares, incluidos 2 ejemplares de gran
lujo como regalo al general Franco y al Ministro de la Gobernación Serrano
Suñér y otra de lujo con encuadernación en piel y numerada, fueran los benefactores
de la fabricación del marco recuerdo
regalado a los familiares de los caídos del 2-G-3. Esto es sólo una suposición surgida, al ver la terminación
en piel de las tiradas de lujo del libro
“Guerra en el aire” y la lámina del trofeo de su interior, que al
compáralo con el marco de piel y la fotografía coloreada, da la sensación de
que la idea salió de los mismos responsables de la editorial. También el año de
edición del libro 1940 es el mismo de las cartas enviadas por el comandante
Ángel Salas junto al marco recuerdo.
El marco recuerdo era enviado por correo
certificado a cada familia junto a una carta firmada por el comandante Salas.
Una copia de esta misiva me llegó hace tiempo gracias a un buen amigo al que le
comenté la adquisición del marco recuerdo. Canario Azaola enseguida me contó lo
que sabía sobre este recuerdo y al poco vía internet me envió la carta. El
contenido de esta dice así;
ESCUADRA DE CAZA
--------------- Aeródromo de
GETÁFE a 5 de
Enero de 1.940.-
JEFE
--------------
Sra. Dña. Amparo Hermosilla.-
SANTANDER
Muy
Sra. mía: certificado y por correo, me he
permitido
enviarle un pequeño recuerdo que espero sea
del
agrado de Vd.
Se
trata de una copia fotográfica del trofeo de guerra
que siempre
nos acompañó en la finalizada contienda
contra el
marxismo; representa el
trozo de un plano
de un
aparato enemigo, en el que
con natural orgullo
se iban
anotando los aviones rojos derribados, y donde
con verdadera
unción de recuerdo
y homenaje, se
inscribía
el nombre de nuestros gloriosos caídos.
Dicho trofeo,
ha sido testigo de nuestras alegrías y
tristezas que
culminaron en el día 1º de
Abril, con el
final victorioso
de nuestras armas; y ya que a
nosotros
nos acompañó
en la guerra, nada más natural, que en
paz acompañe
en los hogares
de nuestros caídos
el
recuerdo de
los seres que
supieron dar a la patria un
soldado
y un héroe.
Solo me
resta pedirle, que junto al
recuerdo de su
hijo, tengan
presente el invicto nombre que encabeza
la
gloriosa estela de nuestros caídos.
Fué siempre el primero, condujo
siempre nuestras
alas
a la victoria, y su ejemplo vivirá para siempre.
Alférez HERMOSILLA………………………………………………………!! PRESENTE ¡¡
Comandante GARCÍA
MORATO……………………………………………….!! PRESENTE ¡¡
Reciba el
testimonio de mi
consideración más
distinguida.
Sello:
Firmado:
JEFE ESCUADRA DE CAZA Ángel Salas.
Caídos
del 2-G-3.
Para terminar este
artículo, quiero poner los datos y fechas del fallecimiento de los aviadores
que aparecen en el trozo de plano según el orden de la imagen.
-Herrero de Teresa, Luis………………Alférez, combate Fiat sobre Teruel. 29-1-38.
-Romagosa Durán, José……………….Alférez, accidente Fiat
en Caspe. 21-12-38.
-Ruiz Hermosilla, Enrique…………….Alférez, accidente
Fiat en Matacán. 12-1- 39.
-Munaiz de Brea, Enrique…………….Alférez, combate Fiat
sobre el Ebro. 1-8-38.
-Etayo Elizondo, José Mª……………..Alférez, combate Fiat
sobre Extremadura. 25-8-38.
-Bernal de Mérida, José Luís………..Alférez, combate
Fiat sobre Sarrión. 14-7-38.
-Martínez de Irujo, Pedro…………….Alférez, combate Fiat
sobre el Ebro. 22-9-38.
-López Sert, Antonio…………………….Teniente, combate Fiat
sobre Teruel. 29-12-37.
M.M.I.
-Mazarredo Trenor, Rafael…………..Teniente, accidente
Fiat en Tablada. 21-12-37.
-Vázquez Sagastizábal, Manuel…….Capitán, combate
Fiat sobre Pozoblanco. 23-1-39.
C.L.S.F.
-García Pardo, Miguel………………….Capitán, accidente
He-112 en Almaluez. 28-3-39.
M.M.I.
-Bermúdez de Castro, Narciso………Capitán, combate Fiat
sobre Brunete. 12-7-37.
M.M.I.
-García-Morato, Joaquín……………….Comandante, accidente
Fiat en Griñón. 4-4-39.
C.L.S.F. M.M.I.
C.L.S.F. Cruz Laureada de San
Fernando.
M.M.I. Medalla Militar
Individual.
Medalla
Militar colectiva al Grupo de caza 2-G-3.
Por Orden Circular de 23 de febrero de
1939 ( B. O. núm. 60 ). Se concede al Grupo de Caza 2-G-3, la Medalla Militar colectiva por su actuación en la Campaña.
Los méritos para su concesión son los siguientes:
Desde el 1 de mayo de 1937, este
Grupo de caza efectúa 586 servicios de guerra, más los de cadena, interviene en
64 combates y derriba 158 aviones enemigos y 63 probables, habiendo merecido
veinte felicitaciones. Durante el año 1938, se distingue especialmente este
Grupo en los hechos de armas siguientes: en el segundo servicio del día 1 de
agosto, en que entabla combate con quince “Curtis” y derriba cuatro seguros y
dos probables; en el primer servicio del día 22 de septiembre, a unos treinta
kilómetros de las líneas propias, entabla una lucha de una hora y cuarenta
minutos de duración con un grupo de “Curtis” y “Ratas”, impidiendo la
aproximación del enemigo
a nuestras líneas y a nuestros aparatos de bombardeo, que cumplieron su misión,
derribando cinco seguros y dos probables; el día 3 de octubre, en otro combate,
fue derribado un “Curtis”, seguro; y el 20 de octubre, tres aviones del Grupo
atacan a 45 cazas enemigos obligándoles a retirarse, sin permitirles entrar en
nuestras líneas.
En la caza nacional, (sin contar los
caídos de la Legión Cóndor y de la Aviación Legionaria Italiana) y hasta el
final de la guerra fallecieron otros dieciocho pilotos, y algunos más en accidentes
acontecidos días o semanas después. Desconocemos si para las familias de estos
caídos hubo algún reconocimiento en forma de presente. Todo parece indicar que
no fue así, pero el ir buscando información sobre ello puede que nos depare
algo en este sentido.
Recuerdo
a los caídos del 2-G-3.
Recuerdo
enviado por el comandante Ángel Salas Larrazábal en enero de 1940, a los
familiares de los pilotos caídos del Grupo de Caza 2-G-3 entre mayo de 1937 y abril de 1939. En su interior vemos una
fotografía coloreada del trozo de ala de un avión enemigo usado como base para
pintar las siluetas de los aviones derribados y los nombres de los pilotos
fallecidos. El marco es de madera y está forrada en piel de color azul marino
con una terminación de gran calidad. Este no presenta ninguna marca del
fabricante. Medidas 22 x 29 cm.
(Colección del autor).
Trasera
del marco donde se aprecia el soporte de sujeción. La tapa y el marco
forman un conjunto único, siendo
imposible abrirlo o manipularlo. (Colección del autor).
Lámina
del libro Guerra en el aire.
Una
de las láminas (no fotografía coloreada) que ilustran el libro “Guerra en el
Aire” publicado en 1940, donde se aprecia el trofeo del Grupo Morato. Esta
lámina es de tamaño más reducido por la falta de márgenes, si la comparamos con
fotografía coloreada del interior del marco. Por detrás dice; “Trofeo de un
avión rojo, derribado por el capitán García Pardo, sobre el que se estamparon
las victorias obtenidas por el grupo del comandante García-Morato”. (Archivo
del autor).
Trozo
de plano original conservado en el Museo del Aire.
El
trofeo original del Grupo Morato, expuesto en el Museo del Aire de Cuatro
Vientos de Madrid. Por su forma, podría tratarse de la punta de un ala del
avión Nieuport 52. Custodiado en todo momento en las dependencias del Grupo
Morato, el personal de mantenimiento pintaba con plantillas de distintas formas
las siluetas de los aviones derribados y en la estela que sale del emblema,
iban rotulando los apellidos de los aviadores fallecidos. El número total de
siluetas es de 174, distribuidas 67 en la parte superior pintada en rojo y 107
en la parte inferior pintada en aluminio. Hoy en día es una de las piezas más
apreciadas de los fondos de este museo. Su ubicación dentro de este ha cambiado
varias veces, así como la forma de exponerlo, en la actualidad se encuentra
protegido por una urna horizontal que
descansa sobre un pódium, de tal forma que el trofeo está tumbado y no vertical
como hasta hace poco permaneció expuesto. El acierto de situarlo al lado del
Fiat CR-32 “Chirri” forma un conjunto verdaderamente atractivo al visitante. (Fotografía Adolfo Bernalte).
Fotografía del libro “Guerra en el Aire”
en la que vemos al comandante García-Morato sujetando el trozo de plano con los
derribos de la unidad y los nombres de los cuatro pilotos muertos hasta
entonces. Tristemente el cerraría la lista de caídos al fallecer en accidente
el 4 de abril de 1939 cuando pilotaba su mítico Fiat Chirri 3-51. En esta fotografía de principio
del año 1938, se aprecia claramente que la estela con los nombres de los
primero caídos sale del centro del emblema en diagonal derecha, mientras que en
fotografías posteriores con la guerra ya terminada los nombres salen del centro
en diagonal izquierda. Tampoco las siluetas de los derribos están colocadas de
igual forma entre una y otra imagen. Esto nos hace pensar que una vez terminada
la guerra o poco antes fue totalmente pintado.
(Colección del autor).
Fotografía
original de época con la misma distribución de siluetas y nombres de los
pilotos fallecidos que la foto anterior. Es muy interesante ver la tela del ala
desgarrada y la pintura plateada cuarteada, originado por la flacidez del
tejido. (Archivo del autor).
Magnifica
fotografía del comandante Ángel Salas Larrazábal en su época de Agregado Aéreo
en la Embajada de España en Berlín, poco después de su paso por la 1ª
Escuadrilla Expedicionaria en Rusia. Encima de la radio se ve claramente el
recuerdo a los caídos del 2-G-3, del
que él fue su Jefe. (Archivo del autor).
Vitrina
del comandante Joaquín García-Morato Castaño.
Arriba,
una de las dos vitrinas del Museo del Aire de Cuatro Vientos que contienen
objetos personales del comandante Joaquín García-Morato. En la parte superior
derecha se aprecia el marco con la lámina del 2-G-3 enviado por el comandante Ángel Salas a las familias de los
pilotos de este Grupo caídos durante la Guerra Civil Española. También se
distinguen dos gorros de vuelo, siendo del modelo de verano el primero y de
invierno el situado detrás. El expositor rojo contiene algunas de las medallas
y condecoraciones que le otorgaron en la Campaña de Marruecos y en la Guerra
Civil española. En la otra vitrina, está expuesto el uniforme de vuelo italiano
y demás objetos que el comandante Morato llevaba puestos el día del fatal
accidente en el que perdió la vida. Tanto la cazadora como el pantalón de vuelo
presentan grandes desgarrones producidos por el impacto del avión contra el
suelo. (Fotografía del autor realizada en los años 80).
Bodegón
realizado con el marco y algunos objetos relacionados con el trofeo del Grupo
Morato. De izquierda a derecha, ejemplar del libro “Guerra en el aire” en
rústica con sobrecubierta, marco recuerdo del 2-G-3, detrás Medalla Militar colectiva bordada en la manga de la
guerrera, ejemplar del mismo libro encuadernado en piel, con el emblema
laureado y repujado, “Vista suerte y al toro”, el libro antes mencionado,
abierto por la página 72. En el centro, Laureada de San Fernando, Medalla
Militar individual, emblema esmaltado del Grupo Morato y divisa de pecho con
estrella de comandante y emblema de piloto militar. (Colección del autor).
Agradezco
a Carlos Bourdon el uso de su blog para publicar este artículo.
Fuentes:
Objetos, uniforme y fotografías colección de Santiago Guillén González.
Carta
a la familia Ruiz Hermosilla. Archivo Canario Azaola.
Galería
Militar Contemporánea. Medalla Militar. Tomo V. Servicio Histórico Militar.
1976.
Guerra
en el aire, Comandante J. García-Morato. Editorial Nacional, 1940.
La
guerra de España desde el aire. J. Salas Larrazábal. Ediciones Ariel. 1970.
Revista
española de historia militar nº 10. Quirón Ediciones, 2001.
Es mucho lo que se conoce por escrito y difundido sobre estas unidades de caza de la Aviación Nacional y sus principales protagonistas, pero siempre se agradecen detalles menores que complementan y humaniza el frío discurso histórico. Esa es la interesante aportación de artículos como este, siempre bienvenidos y agradecidos por quienes amamos nuestra historia aeronáutica.
ResponderEliminarEn Perú, hasta donde yo conozco, tenemos dos lugares que llevan el nombre "Pardo Miguel" uno es un pequeño centro poblado, enclavado en una zona semitropical y otro es una calle de al menosocho cuadras, ubicada en la ciudad de Jaén, y que aunque pocos lo saben, hacen referencia al aviador Miguel Garcia Pardo, de origen español. Quien según esas pocas referencias se sabe que fue el primer aviador el aterrizar en la zona nororiental del norte de Perú. Seria muy agradable saber si existen fuentes o documentación al respecto de dicha visita. Saludos. alejandronavarro.mlm@gmail.com
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