domingo, 27 de octubre de 2019

UNA BOMBA PARA CONMEMORAR EL VUELO DEL “PLUS ULTRA”.


Por Blas Vicente Marco

Como todos saben, el vuelo del “Plus Ultra” fue una de aquellas grandes proezas de nuestra aviación en los años 20 del pasado siglo. Ramón Franco en compañía del capitán Julio Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Durán y el mecánico Pablo Rada, unió el puerto de Palos de la Frontera (Huelva) desde el que partió Cristóbal Colón en 1492, con Buenos Aires. La distancia recorrida fue tremenda para la época (10.270 km), dando comienzo el viaje el 22 de enero de 1926 y tras hacer escala en Las Palmas, la isla portuguesa de Porto Praia, la isla brasileña de Noronha, Pernambuco, Río de Janeiro y Montevideo, el hidroavión modelo Dornier Do Wal aterrizó en Buenos Aires el 10 de febrero tras 59 horas y 39 minutos de travesía aérea.


  Portada del diario ABC del 11 de febrero de 1926 conmemorando la travesía del “Plus Ultra”.


               Los protagonistas de la hazaña: Franco, Duran, Ruiz de Alda y Rada.


            Con motivo de mi anterior artículo dedicado al “Lanzabombas Marte” que diseñó Cipriano Rodríguez Díaz, alias Cucufate, solicité algunas fotos y la correspondiente ayuda a dos de mis amigos Antonio Alonso y Javier Bermúdez de Castro.

En concreto, lo que les pedí era que me mandasen buenas fotos y me explicasen un poco qué era una Bomba Hispania A-5 (usada en el mencionado lanzabombas), que, aunque tenía idea de ellas (también por fotos), desconocía cualquier otro dato.

Como comenta Antonio en su página (y transcribo de forma literal), la bomba Hispania A-5, fue patentada y fabricada por la empresa Talleres de Guernica S.A. en 1925 como "Bomba de Troceo para Aviación”. Su forma es fusiforme con cuatro aletas estabilizadoras que van encajadas en una pieza de madera y fijadas mediante una arandela. Sus características son: Longitud: 67 cm. Diámetro: 10 cm. Peso: 12,5 Kg. Explosivo: Trilita.”[1]
            Antonio, me dijo que, aunque no tenía ninguna foto buena a mano, tenía unas tomadas en el Museo Naval de Madrid, a una de estas Bombas Hispania A-5 que, sin duda, era de lo más curioso.
            Qué sorpresa la mía cuando vi las fotos, pues ciertamente era curiosa. Y la peculiaridad de la bomba conservada en este museo, que sin duda pasará desapercibida para muchos, es que fue fabricada para conmemorar el vuelo del “Plus Ultra” antes reseñado.
            El cartel que la acompaña nos lo explica: “Está decorada especialmente para conmemorar el vuelo del Plus Ultra (1926), con el escudo de la Aeronáutica Naval, los nombres de Franco, Ruiz de Alda y Rada y el año del vuelo, grabados en oro. Donación de los “Talleres de Guernica” al Ministerio de la Marina en 1926”.
            Y efectivamente, en las fotos obtenidas por Antonio y Javier, se observa parte de la decoración de esta bomba, con el nombre de Franco, el año 1926, una representación del Globo Terráqueo sobre el que hay una línea de puntos que indicaría el trayecto de la aeronave, el emblema de la Aeronáutica Naval, y la cola en madera con sus aletas estabilizadoras y la anilla de sujeción. Como puede verse, la espoleta está incompleta (carece de la hélice y las masas, como me comentan los expertos).
            Y curiosamente, esta donación quedó reflejada en el Diario Oficial del Ministerio de Marina[2], número 179, de fecha 13 de Agosto de 1926, dónde se dice, en la Sección de Material.-Aeronáutica, lo siguiente:
Acepta de la S. A. «Talleres de Guernica» el valioso modelo de la bomba «Hispana» que, con destino al Museo que se ha de organizar en la Escuela de Aeronáutica Naval, ha donado a este Ministerio, alusivo al vuelo Palos-Buenos Aires, con los nombres de los tripulantes del «Plus Ultra» y el emblema de la Aeronáutica, entre otros grabados en oro, inventada y construida por aquella Sociedad, y que usa nuestra Aeronáutica, siendo asimismo la Soberana voluntad de Su Majestad se den las gracias en su Real nombre a la mencionada Sociedad.
10 de agosto de 1926.
Sr. General jefe de la Sección del Material y Director de la Aeronáutica Naval

            Sin duda, la pieza es una verdadera joya, y no sólo por los materiales preciosos usados, sino por su valor histórico con la referencia a la conmemoración de uno de los mayores logros de la historia de nuestra aviación.





Diversos detalles de la A-5 existente en el Museo Naval de Madrid.


Para concluir recomiendo la visita al museo naval de Madrid, por lo que dejo un enlace por si es de interés.


Mi agradecimiento a Antonio Alonso y a Javier Bermúdez de Castro por su inestimable ayuda en este y en muchos otros temas.



lunes, 14 de octubre de 2019

Recuerdo a los caídos del 2-G-3. 1937-1939.


Por Santiago Guillén González.

El autor dedica éste artículo a doña María José García Morato, hija del ilustre aviador  militar laureado de San Fernando, en el ochenta aniversario de su fallecimiento.

La historia de la Aviación Militar española es rica en acontecimientos ocurridos a lo largo de los poco más de 100 años de su existencia, esto hace que seamos muchos los enamorados de ella y que la publicación y lectura de algún trabajo nuevo o poco conocido, se convierta en un placer, de tal forma que por unos momentos nos traslada al pasado. Tal vez uno de los periodos más interesante pero también más controvertido, es el de la Guerra Civil que ochenta años atrás asoló este país.

De los de miles de personas que formaron en las filas de las aviaciones beligerantes, hay una que, (en mi opinión) entró por su heroica trayectoria, en la leyenda. Me refiero al comandante Joaquín García-Morato Castaño, fundador, jefe y líder de la Caza nacional. Durante los primeros meses de la guerra, Morato junto con otros pilotos españoles, combatieron como agregados en una Unidad de Caza italiana. En diciembre de 1936, el comandante García-Morato y los capitanes Julio Salvador y Narciso de Bermúdez de Castro forman la “Patrulla Azul”, a la que ponen el lema de “Vista suerte y al toro”. Volando con su inseparable Fiat Chirri 3-51, el 18 de febrero de 1937, por su arrojo en los cielos sobre rio Jarama y luchando con un enemigo muy superior consigue la hegemonía para la aviación nacional en el frente de Madrid y para él la propuesta de concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, que le sería impuesta por el general Kindelán en mayo del mismo año en el Aeródromo de Castejón. El proceder de Morato y sus dos compañeros es motivo de su independencia del mando italiano. Desde entonces, la Patrulla Azul, fue nutriéndose con pilotos de sobresaliente nivel como los capitanes Ángel Salas Larrazábal, Miguel García Pardo o Miguel Guerrero García. Las necesidades de la guerra aérea hacen que García-Morato reclame a jóvenes pilotos que se baten con arrojo en los Grupos de las Cadenas de ataque al suelo, o de los recién salidos de las Escuelas de Caza y con ellos formar nuevos Grupos de cazadores que pasarán a ser mandados por los veteranos capitanes. Para cualquier joven piloto era motivo de orgullo pertenecer al Grupo de Caza a las órdenes de Morato. A lo largo de la guerra y partiendo de la embrionaria Patrulla Azul, fueron creándose las Escuadrillas y Grupos de Caza siguientes; 1-E-3, 2-E-3, 2-G-3, 3-E-3, 4-E-3, 3-G-3, 5-E-3, 6-E-3, 8-E-3, 7-E-3 y por último finalizando la guerra el 5-G-5, que prácticamente no llego a entrar en combate, si bien sus componentes eran en su totalidad veteranos cazadores. Algunas de estas Escuadrillas o Grupos fueron disueltos o cambiaron de nomenclatura en el organigrama de la Aviación nacional, estando la mayoría de ellos encuadrados en la Escuadra de Caza cuya jefatura recaía en el comandante Provisional Joaquín García Morato.

Pocos meses después de finalizada la guerra, el entonces comandante Ángel Salas Larrazábal (otro mítico piloto y Jefe del 2-G-3) envía un recuerdo a los familiares de los caídos del 2-G-3. Se trata de una fotografía coloreada del trozo de ala de un aeroplano enemigo derribado por el capitán García Pardo, donde a lo largo de la guerra fueron pintándose las siluetas de los aviones derribados así como los nombres de trece pilotos muertos en acción. En su centro el emblema de “Vista, suerte y al toro”. La foto está montada en un marco de piel color azul marino de 22 x 29 cm. con un soporte trasero como sujeción vertical. El marco lleva grabado en oro y en la parte central superior el escudo del Estado español. En la parte inferior izquierda y también grabado en oro podemos ver el “2-G-3” y en la parte derecha la fecha “Mayo 1937-Abril 1939.” El marco, con el cristal y la foto forman un conjunto indivisible al estar totalmente cerrado sin posibilidad de abrir la tapa trasera. La misma imagen a color del trofeo pero de tamaño algo más reducido podemos verla en la página 72 del libro de memorias de García-Morato “Guerra en el aire”. Publicado en 1940 por la Editorial Nacional y profusamente decorado con bonitas ilustraciones de combates aéreos realizados por el dibujante y alférez piloto del 2-G-3 Enrique Munaiz de Brea, muerto en el frente del Ebro el 1 de agosto de 1938. Su nombre aparece escrito en el trozo de plano junto a los demás caídos del 2-G-3. En este mismo libro hay una fotografía en la página 69 del comandante Morato, sujetando el trozo de ala con los derribos de la unidad. Curiosamente los nombres de los cuatro aviadores hasta entonces caídos aparecen en dicha fotografía saliendo del centro del emblema en diagonal derecha, mientras que en las demás fotografías hechas al trozo de ala con la guerra ya finalizada aparecen trece nombres saliendo del centro del emblema en diagonal izquierda. Tampoco las siluetas de los aviones derribados tienen la misma colocación, esto da que pensar que al final de la guerra o una vez terminada, fuera pintado en su totalidad añadiendo además el nombre de Joaquín García-Morato, muerto en Griñón por accidente el 4 de abril de 1939. El trozo de plano original podemos verlo, afortunadamente bien conservado y convenientemente protegido por una urna de cristal, en el Museo del Aire de Cuatro Vientos, de Madrid.

El autor no sabe a ciencia cierta cuántos de estos marcos recuerdos fueron fabricados, ya que a parte de las familias de los trece caídos cabe suponer que se hicieron algunos más para regalar a otros jefes de la Aviación Nacional. Tampoco aparece marca alguna de fabricante y es una lástima desconocer este dato, ya que de tenerlo podría darnos alguna pista. Es posible que los responsables de la Editorial Nacional, agradecidos por el contrato de la publicación de las memorias de García-Morato en distintas tiradas de miles de ejemplares, incluidos 2 ejemplares de gran lujo como regalo al general Franco y al Ministro de la Gobernación Serrano Suñér y otra de lujo con encuadernación en piel y numerada, fueran los benefactores de la fabricación  del marco recuerdo regalado a los familiares de los caídos del 2-G-3. Esto es sólo una suposición surgida, al ver la terminación en piel de las tiradas de lujo del libro  “Guerra en el aire” y la lámina del trofeo de su interior, que al compáralo con el marco de piel y la fotografía coloreada, da la sensación de que la idea salió de los mismos responsables de la editorial. También el año de edición del libro 1940 es el mismo de las cartas enviadas por el comandante Ángel Salas junto al marco recuerdo.

El marco recuerdo era enviado por correo certificado a cada familia junto a una carta firmada por el comandante Salas. Una copia de esta misiva me llegó hace tiempo gracias a un buen amigo al que le comenté la adquisición del marco recuerdo. Canario Azaola enseguida me contó lo que sabía sobre este recuerdo y al poco vía internet me envió la carta. El contenido de esta dice así; 

      

ESCUADRA DE CAZA
             ---------------                                  Aeródromo de GETÁFE a  5  de  Enero  de  1.940.-
                  JEFE
             --------------
      Sra. Dña. Amparo Hermosilla.-
                   SANTANDER

Muy Sra. mía: certificado y por correo, me he
permitido enviarle un pequeño recuerdo que espero sea
del agrado de Vd.
Se trata de una copia fotográfica del trofeo de guerra
que  siempre  nos  acompañó en  la finalizada contienda
contra  el  marxismo;  representa  el  trozo  de  un plano
de  un  aparato  enemigo, en  el  que con natural orgullo
se  iban  anotando los aviones rojos derribados, y donde
con   verdadera   unción   de  recuerdo  y  homenaje,  se
inscribía el nombre de nuestros gloriosos caídos.
Dicho  trofeo,  ha  sido testigo de nuestras  alegrías y
tristezas  que  culminaron  en  el  día    de Abril, con el
final  victorioso  de  nuestras armas; y ya que a nosotros
nos  acompañó  en  la guerra, nada  más natural, que en
paz  acompañe  en  los  hogares  de  nuestros  caídos  el
recuerdo  de  los  seres  que  supieron  dar a la patria un
soldado y un héroe.
Solo  me  resta  pedirle, que  junto al  recuerdo de su
hijo,  tengan  presente  el  invicto nombre que encabeza
la gloriosa estela de nuestros caídos.
Fué  siempre el primero,  condujo  siempre  nuestras
alas a la victoria, y su ejemplo vivirá para siempre.

Alférez HERMOSILLA………………………………………………………!! PRESENTE ¡¡
Comandante GARCÍA  MORATO……………………………………………….!! PRESENTE ¡¡

Reciba  el  testimonio  de  mi  consideración  más
distinguida.

Sello:                                                              Firmado:
JEFE  ESCUADRA DE CAZA                  Ángel Salas.


Caídos del 2-G-3.

    Para terminar este artículo, quiero poner los datos y fechas del fallecimiento de los aviadores que aparecen en el trozo de plano según el orden de la imagen.

-Herrero de Teresa, Luis………………Alférez, combate  Fiat sobre Teruel. 29-1-38.
-Romagosa Durán, José……………….Alférez, accidente Fiat en Caspe. 21-12-38.
-Ruiz Hermosilla, Enrique…………….Alférez, accidente Fiat en Matacán. 12-1- 39.
-Munaiz de Brea, Enrique…………….Alférez, combate Fiat sobre el Ebro. 1-8-38.
-Etayo Elizondo, José Mª……………..Alférez, combate Fiat sobre Extremadura. 25-8-38.
-Bernal de Mérida, José Luís………..Alférez, combate Fiat sobre Sarrión. 14-7-38.
-Martínez de Irujo, Pedro…………….Alférez, combate Fiat sobre el Ebro. 22-9-38.
-López Sert, Antonio…………………….Teniente, combate Fiat sobre Teruel. 29-12-37.
M.M.I.
-Mazarredo Trenor, Rafael…………..Teniente, accidente Fiat en Tablada. 21-12-37.
-Vázquez Sagastizábal, Manuel…….Capitán, combate Fiat sobre Pozoblanco. 23-1-39.
C.L.S.F.
-García Pardo, Miguel………………….Capitán, accidente He-112 en Almaluez. 28-3-39.
M.M.I.
-Bermúdez de Castro, Narciso………Capitán, combate Fiat sobre Brunete. 12-7-37.
M.M.I.
-García-Morato, Joaquín……………….Comandante, accidente Fiat en Griñón. 4-4-39.
C.L.S.F.  M.M.I.

C.L.S.F.        Cruz Laureada de San Fernando.
M.M.I.         Medalla Militar Individual.


Medalla Militar colectiva al Grupo de caza 2-G-3.

Por Orden Circular de 23 de febrero de 1939 ( B. O. núm. 60 ). Se concede al Grupo de Caza 2-G-3, la Medalla Militar colectiva por su actuación en la Campaña. Los méritos para su concesión son los siguientes:

Desde el 1 de mayo de 1937, este Grupo de caza efectúa 586 servicios de guerra, más los de cadena, interviene en 64 combates y derriba 158 aviones enemigos y 63 probables, habiendo merecido veinte felicitaciones. Durante el año 1938, se distingue especialmente este Grupo en los hechos de armas siguientes: en el segundo servicio del día 1 de agosto, en que entabla combate con quince “Curtis” y derriba cuatro seguros y dos probables; en el primer servicio del día 22 de septiembre, a unos treinta kilómetros de las líneas propias, entabla una lucha de una hora y cuarenta minutos de duración con un grupo de “Curtis” y “Ratas”, impidiendo la aproximación del enemigo a nuestras líneas y a nuestros aparatos de bombardeo, que cumplieron su misión, derribando cinco seguros y dos probables; el día 3 de octubre, en otro combate, fue derribado un “Curtis”, seguro; y el 20 de octubre, tres aviones del Grupo atacan a 45 cazas enemigos obligándoles a retirarse, sin permitirles entrar en nuestras líneas. 

En la caza nacional, (sin contar los caídos de la Legión Cóndor y de la Aviación Legionaria Italiana) y hasta el final de la guerra fallecieron otros dieciocho pilotos, y algunos más en accidentes acontecidos días o semanas después. Desconocemos si para las familias de estos caídos hubo algún reconocimiento en forma de presente. Todo parece indicar que no fue así, pero el ir buscando información sobre ello puede que nos depare algo en este sentido.


Recuerdo a los caídos del 2-G-3.


Recuerdo enviado por el comandante Ángel Salas Larrazábal en enero de 1940, a los familiares de los pilotos caídos del Grupo de Caza 2-G-3 entre mayo de 1937 y abril de 1939. En su interior vemos una fotografía coloreada del trozo de ala de un avión enemigo usado como base para pintar las siluetas de los aviones derribados y los nombres de los pilotos fallecidos. El marco es de madera y está forrada en piel de color azul marino con una terminación de gran calidad. Este no presenta ninguna marca del fabricante. Medidas 22 x 29 cm. (Colección del autor).


Trasera del marco donde se aprecia el soporte de sujeción. La tapa y el marco forman  un conjunto único, siendo imposible abrirlo o manipularlo. (Colección del autor).


Lámina del libro Guerra en el aire.


Una de las láminas (no fotografía coloreada) que ilustran el libro “Guerra en el Aire” publicado en 1940, donde se aprecia el trofeo del Grupo Morato. Esta lámina es de tamaño más reducido por la falta de márgenes, si la comparamos con fotografía coloreada del interior del marco. Por detrás dice; “Trofeo de un avión rojo, derribado por el capitán García Pardo, sobre el que se estamparon las victorias obtenidas por el grupo del comandante García-Morato”. (Archivo del autor).

Trozo de plano original conservado en el Museo del Aire.


El trofeo original del Grupo Morato, expuesto en el Museo del Aire de Cuatro Vientos de Madrid. Por su forma, podría tratarse de la punta de un ala del avión Nieuport 52. Custodiado en todo momento en las dependencias del Grupo Morato, el personal de mantenimiento pintaba con plantillas de distintas formas las siluetas de los aviones derribados y en la estela que sale del emblema, iban rotulando los apellidos de los aviadores fallecidos. El número total de siluetas es de 174, distribuidas 67 en la parte superior pintada en rojo y 107 en la parte inferior pintada en aluminio. Hoy en día es una de las piezas más apreciadas de los fondos de este museo. Su ubicación dentro de este ha cambiado varias veces, así como la forma de exponerlo, en la actualidad se encuentra protegido por una urna horizontal  que descansa sobre un pódium, de tal forma que el trofeo está tumbado y no vertical como hasta hace poco permaneció expuesto. El acierto de situarlo al lado del Fiat CR-32 “Chirri” forma un conjunto verdaderamente atractivo al visitante. (Fotografía Adolfo Bernalte).  



Fotografía del libro “Guerra en el Aire” en la que vemos al comandante García-Morato sujetando el trozo de plano con los derribos de la unidad y los nombres de los cuatro pilotos muertos hasta entonces. Tristemente el cerraría la lista de caídos al fallecer en accidente el 4 de abril de 1939 cuando pilotaba su mítico Fiat Chirri 3-51. En esta fotografía de principio del año 1938, se aprecia claramente que la estela con los nombres de los primero caídos sale del centro del emblema en diagonal derecha, mientras que en fotografías posteriores con la guerra ya terminada los nombres salen del centro en diagonal izquierda. Tampoco las siluetas de los derribos están colocadas de igual forma entre una y otra imagen. Esto nos hace pensar que una vez terminada la guerra o poco antes fue totalmente pintado.  (Colección del autor).


Fotografía original de época con la misma distribución de siluetas y nombres de los pilotos fallecidos que la foto anterior. Es muy interesante ver la tela del ala desgarrada y la pintura plateada cuarteada, originado por la flacidez del tejido. (Archivo del autor).


Magnifica fotografía del comandante Ángel Salas Larrazábal en su época de Agregado Aéreo en la Embajada de España en Berlín, poco después de su paso por la 1ª Escuadrilla Expedicionaria en Rusia. Encima de la radio se ve claramente el recuerdo a los caídos del 2-G-3, del que él fue su Jefe. (Archivo del autor).


Vitrina del comandante Joaquín García-Morato Castaño.


Arriba, una de las dos vitrinas del Museo del Aire de Cuatro Vientos que contienen objetos personales del comandante Joaquín García-Morato. En la parte superior derecha se aprecia el marco con la lámina del 2-G-3 enviado por el comandante Ángel Salas a las familias de los pilotos de este Grupo caídos durante la Guerra Civil Española. También se distinguen dos gorros de vuelo, siendo del modelo de verano el primero y de invierno el situado detrás. El expositor rojo contiene algunas de las medallas y condecoraciones que le otorgaron en la Campaña de Marruecos y en la Guerra Civil española. En la otra vitrina, está expuesto el uniforme de vuelo italiano y demás objetos que el comandante Morato llevaba puestos el día del fatal accidente en el que perdió la vida. Tanto la cazadora como el pantalón de vuelo presentan grandes desgarrones producidos por el impacto del avión contra el suelo. (Fotografía del autor realizada en los años 80).


Bodegón realizado con el marco y algunos objetos relacionados con el trofeo del Grupo Morato. De izquierda a derecha, ejemplar del libro “Guerra en el aire” en rústica con sobrecubierta, marco recuerdo del 2-G-3, detrás Medalla Militar colectiva bordada en la manga de la guerrera, ejemplar del mismo libro encuadernado en piel, con el emblema laureado y repujado, “Vista suerte y al toro”, el libro antes mencionado, abierto por la página 72. En el centro, Laureada de San Fernando, Medalla Militar individual, emblema esmaltado del Grupo Morato y divisa de pecho con estrella de comandante y emblema de piloto militar. (Colección del autor).


Agradezco a Carlos Bourdon el uso de su blog para publicar este artículo.

Fuentes: Objetos, uniforme y fotografías colección de Santiago Guillén González.
Carta a la familia Ruiz Hermosilla. Archivo Canario Azaola.
Galería Militar Contemporánea. Medalla Militar. Tomo V. Servicio Histórico Militar. 1976.
Guerra en el aire, Comandante J. García-Morato. Editorial Nacional, 1940.
La guerra de España desde el aire. J. Salas Larrazábal. Ediciones Ariel. 1970.
Revista española de historia militar nº 10. Quirón Ediciones, 2001.                                                                             

martes, 8 de octubre de 2019

EL AERÓDROMO MILITAR DE VILAFAMÉS, 1937-1940.


Un nuevo libro de investigación aeronáutica sale a la luz, de la mano de cuatro investigadores ya conocidos en el mundo de la aviación española. Blas Vicente, Carlos Mallench, José F. Albelda y José J. Miralles.




                                                            Portada y  contraportada del libro.

En 2017 el Ayuntamiento de Vilafamés promovió un ambicioso proyecto para la investigación, recuperación y puesta en valor del antiguo campo de aviación de Vilafamés, construido en 1937 durante la guerra civil española. 80 años después de su abandono, la zona que ocupaban sus vestigios se han convertido en un espacio de recuerdo, aprendizaje, memoria y conocimiento de nuestra historia reciente. El presente trabajo, fruto de  una profunda investigación, muestra todas las claves para entender el importantísimo papel de Vilafamés y de su aeródromo durante la contienda, conformando una obra completa, amena, rigurosa y científica con abundantes fotografías, planos y documentos inéditos.  

Datos del libro
Editors Trencatimons,  idioma castellano, 496 páginas, pvp 20 euros. Solicitudes en la Oficina de Turismo de Vilafamés, teléfono 964 32 99 70.