Por Blas Vicente Marco
Llevo
mucho tiempo intentando sacar a la luz las cosas más curiosas o los hechos más
desconocidos de nuestro Ejército del Aire y de la historia de la aviación
española, y hace poco me he topado con una incógnita en cuanto a armamento (en
lo que no soy, para nada, un entendido).
De
lo que si estoy seguro, por lo que voy percatándome, es que casi desde el mismo
inicio de la historia del Ejército del Aire, éste ha contado con un material
novedoso y exclusivo, en cuanto a vehículos, uniformidad, armamento, etc.
En
cuanto a armas, ya vimos en un artículo anterior la adopción del singular
Mauser Mod. 1944. Al parecer, las singularidades, en cuanto a armamento, no
quedaron ahí. En
torno a dos años después de la adopción de dicho Mauser Mod. 1944, el Ejército
del Aire adoptó una nueva y exclusiva arma: la granada de mano "PO".
Esquema de las grandas P.O. 1 sacado de internet.
Veamos un poco sobre la historia
de esta granada:
Terminada
la Guerra Civil, se encontraban en los cuarteles y parques del Ejército una
gran cantidad de tipos de granadas de mano que al pasar de los años iban
quedando obsoletas, aunque seguían usándose. Era
preciso, por tanto, adoptar una nueva granada. Ésta debía ser efectiva,
funcional, económica de fabricar, que pudiese hacerse con materiales existentes
en territorio nacional, de diseño novedoso, y, por supuesto, de construcción
nacional. En
este sentido, y según el Boletín Oficial del Estado número 130, de 10 de Mayo
de 1946, se publicó la Orden de 28 de Abril anterior, del Ministerio del
Ejército (Dirección General de Industria y Material), firmado por el entonces
Ministro del Ejército, Fidel Dávila Arrondo, en la que se establecieron las
bases del concurso para la elección de un nuevo tipo de granada de mano
reglamentaria para el Ejército.
En
estas bases, ya se hace una descripción de las características que debía
presentar la nueva granada:
Empleo.-Único: fácil
manejo en la obscuridad y rápida y fácil colocación del cebo, impidiendo la
falsa posición de éste.
Acción.- Gran
detonación; efectos decisivos contra personal por la acción de la onda
explosiva en un radio de 5 a
10 metros ;
explosión instantánea al término de su recorrido al ser lanzada
y pocos fallos (no deben ser de mecha).
Forma.- Forma
exterior que facilite el lanzamiento a la mayor distancia posible sin embarazar
al soldado con excesivo volumen, ni se preste a ser
detenida en su marcha por ramas de árbol o malezas, como
es fácil empleando la cinta. Las formas más favorables son la cilíndrica y la
ovoidea.
Dimensiones. -
Aproximadas: 10
centímetros de Altura y 7 cm . de diámetro.
Pesos.- De la granada
cargada: 300 + - 50 gr.
De la carga
explosiva: 100 a
150 gr.
Seguridad.- Almacenamiento: Insensibles a la humedad y lo menos sensibles posible al fuego y a la
explosión por influencia. Transporte: insensibles a los golpes, caídas y a
impactos. Durante la trayectoria: Imposibilidad de que se produzcan explosiones
prematuras a distancia del tirador que pueda representar un peligro para éste.
En caso de fallo: No debe constituir un peligro para las tropas propias que
puedan tropezar con ellas en el avance posterior al lanzamiento y permitir ser
recogidas sin peligro.
Construcción.-
Sencilla y de poco coste; muelles (si los hay) fácilmente conservables.
Con estas
premisas, los distintos diseños fueron presentados y probados por una Comisión
designada a tal efecto, que eligió un diseño que, aunque no cumplió el 100 % de
las características, fue el más ajustado a las mismas. El diseño
ganador fue el de la empresa Plásticas
Oramil, S.A. De ahí la designación de la granada con las iniciales de dicha
empresa PO. Tras su
adopción definitiva, sabemos que inicialmente se surtió al Ejército de Tierra
con este nuevo tipo de granada, pero poco más tarde fue también adoptada por el
resto de armas: la armada, y nuestro Ejército del Aire. La
diferencia básica entre las de unos Ejércitos y otros, radicaba en los tapones
de las granadas: para el Ejército de Tierra lleva estampado el emblema del Ejército
de Tierra; para la Armada, un ancla; para la Guardia Civil, su escudo y para el
Ejército del Aire, como no, el emblema del EA ("rokiski" con las alas
y la corona).
Dos imágenes de la Granada P.O. 1 del Ejército del Aire, en
este caso con un contexto de la EZAPAC. Colección Dani Vives.
Desconozco la fecha exacta de adopción de esta granada por
el Ejército del Aire, pero lo que si se[1] es
que ésta ya queda reflejada en un manual de municiones del año 1950
perteneciente a la Escuela de Especialistas de León, redactado (pone
colaboradores, pero es de imaginar que serían ellos los encargados de su
confección) por el comandante R. Campos Pecino y el teniente F. Nieto Vega. En
las páginas 42 a
45 se hace una descripción detallada del funcionamiento de la granada,
denominándola P.O.I y citando también el modelo "gemelo" P.O.II. La
única diferencia entre ambas residía en que la primera tenía el cuerpo de baquelita,
mientras que la segunda, el cuerpo era metálico.
Básicamente[2], se
trata de "una granada ofensiva
(apenas produce metralla) aunque se la podía introducir en una espiral de acero
que se fragmentaba en la explosión convirtiéndola en granada defensiva y
funciona exclusivamente por impacto.
Está fabricada en baquelita, con
nervaduras para facilitar el agarre. Tiene en la parte inferior un tapón por el
que se debe introducir el cebo-multiplicador y que permite también enroscar una
rabiza para utilizarla como granada de fusil. Para utilizarla, tras introducir el
multiplicador, se desenrosca el tapón de la parte superior y se lanza. Una
cinta de tela con un pequeño peso de metal en el extremo libre se desenrolla
por efecto del viento. Cuando llega al final cae arrastrando un pasador al que
está atada y que bloquea el mecanismo. Sin este pasador, cualquier movimiento
brusco o impacto mueve una pequeña bola de plomo que empuja la aguja percutora
contra el cebo, provocando la explosión".
[2] Descripción obtenida de la
página de AMONIO: https://www.google.com/search?q=funcionamiento+de+la+granada+p.o.i&oq=funcion&aqs=chrome.1.69i57j35i39l2j0l2j69i59.2939j0j8&sourceid=chrome&ie=UTF-8
Diversos tipos de P.O. Archivo fotográfico: Antonio Alonso.
Pero, si todas las granadas son iguales, qué es lo que
hace diferente a la del Ejército del Aire?. Su peculiaridad radica en el tapón,
y no sólo en el emblema. El tapón de la Granada PO del Ejército del Aire, en su
parte superior, no es de sección circular, sino cuadrangular. El motivo de esta
diferencia es objeto de numerosas conjeturas (hay quien dice que el motivo era
para poder quitar esa capucha con las manos enguantadas o incluso que era una
especie de solución para ser lanzadas desde aviones, y que también pudiese ser
el "rombo" del Ejército del Aire).
La verdad
es que tras mucho conjeturar, la clave está en el libro de la Escuela de
Especialistas que se ha indicado anteriormente. Tras una detenida lectura, y tal
y como me refiere el amigo Jesús Acosta. Paso a "pegar" lo que pone
en la página 44 del mismo:
Por lo tanto, queda confirmado que la única explicación
plausible de la existencia del remate cuadrangular, es para quitar la capucha
"con los dientes", solución muy castiza. Misterio resuelto. Para
terminar, sólo resta decir que sabemos que estas granadas fueron usadas entre
finales de 1946 y los años 70 en que fueron sustituidas por las Granadas Expal.
En esta imagen se aprecia
perfectamente que el tapón, en su parte superior, es de forma cuadrangular, y
además, simula en su parte superior, un
rombo del EA.
Mi agradecimiento a la inestimable ayuda prestada
por mis buenos amigos y "tremendos" especialistas, D. Jesús Acosta y D.
Antonio Alonso, que son quienes han aportado todos los datos que aparecen en la
confección de este modesto artículo, así como a Dani Vives, por facilitarme las
fotos que lo ilustran.
Muy interesante artículo. Es habitual que estas piezas menores del armamento usado en el E. A. pasen desapercibidas y sólo queden en la memoria personal de quienes usaron de ellas. Yo, por ejemplo, llegué a tenerlas de dotación aunque nunca las usé ni siquiera en ejercicios prácticos, estoy hablando de finales de la década de los 70 del pasado siglo. Es muy de agradecer, por tanto, este recordatorio para los estudiosos del tema, además de para la curiosidad general.
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