Por Jaume Cánaves y
Blas Vicente.
Con
la creación del Ejército del Aire en 1939, como ejército independiente, fue
necesario dotar a sus unidades tanto aéreas como terrestres, de uniformes,
reglamentos y también de armas. Es un proceso lento que pasa por distintas
fases y distintos Ministros y Jefes del Aire hasta que se crean una serie de
pautas definitorias. Muchas de ellas han llegado hasta nuestros días. Uno de
los aspectos que se tienen en cuenta (y más chocante) fue el dotar a la tropa
de aviación de un arma reglamentaria diferente a la usada
por el Ejército de Tierra y por la Armada (Mosquetón Mauser Coruña Mod. 1943).
Se trata del mosquetón Máuser Modelo 1944.
De arriba abajo, un Vz. 24 checo,
un VZ29 polaco y un Mosquetón Coruña Modelo 1943. Fotos Andrés Recubenis.
Mientras
que los Máuser Modelo 1943 del Ejercito de Tierra y de la Armada se basan
el Karabiner 98k alemán, el Modelo 1944 del Ejercito del Aire se basa en el
Wz-29 polaco (que a su vez era un derivado del Kar 98AZ alemán), de los que se
importaron grandes cantidades durante la Guerra Civil por parte de la República[1]. Las
diferencias con el Modelo 1943 “Coruña” (reglamentario desde esa fecha en el
Ejército de Tierra y la Armada) es que éste suele llevar orejetas protectoras
del punto de mira, solamente tiene una anilla y la presilla para el
portamosquetón sobre el costado izquierdo, y no necesitó chatón suplementario
para la colocación del cuchillo-Bayoneta porque con él se usó uno de nueva
construcción con las cotas del modelo alemán, generalmente con anillo, o el
original alemán sin anillo, aunque también con las del polaco, checo, de
recuperación. También destacan elementos accesorios completamente
experimentales, como un freno de boca del que al parecer no se construyeron
muchas unidades y con apagallamas (para evitar producir incendios dados que en
las bases existía gran cantidad de combustible para los aviones), etc. Se puede
observar que estos fusiles tienen un
conector para el freno de boca que iría enroscado al cañón. El
"botón" bajo la boca del cañón lleva un muelle y dejaría el freno de
boca bloqueado para evitar que se desenroscase. Hace un par de meses, Jaume Cánaves, coleccionista (coautor de
este estudio) y en la actualidad residente en Estados Unidos, consiguió en
aquél país[2] el
Mauser M44 del Ejército del Aire marcado como Experimental nº. 1. Creemos
suficientemente importante este hallazgo como para que sea el protagonista del
artículo.
Marca de número de serie del Experimental nº 1(abajo) y
otro fusil de lotes posteriores (arriba).
Detalles del roscado del cañón para el freno de boca (arriba y centro) y el freno de boca (abajo).
Los
marcajes son distintos. Así, mientras que los mosquetones 1943 llevan la
inscripción del águila de San Juan, el año de fabricación, el nombre de la
fábrica, y el número de serie en el lateral (precedido de una letra); el Máuser
1944 lleva el emblema del Ejército del Aire, y en el lateral, al número de
serie le preceden las letras EA. Todos excepto al parecer el Experimental nº. 1
que también lleva el Águila de San Juan y el nombre de la fábrica de Coruña. Comparando
estos emblemas, se puede observar una variación desde los primeros que lo
usaron hasta lotes posteriores, puesto que dicho emblema se fue estilizando.
Detalle del alojamiento del cerrojo en el
Experimental nº. 1 con el logo de la Fábrica de Armas de Coruña. (fotografías superior e inferior). Nótese como el cerrojo
está completamente “bruñido” excepto la parte sobresaliente que está pavonada.
Véase el emblema del Ejército del Aire en dos ejemplares más tardíos
Otro de los elementos diferenciadores lo constituyen los elementos de puntería, destacándose en el Experimental Nº. 1 un alza micrométrica con la que ajustar la deriva y que el punto de mira frontal queda completamente oculto.
Dicho
esto, hay que pensar que la bayoneta debía adaptarse a este nuevo modelo. Se
pretendía también tener una bayoneta propia, alejada de la usada por el
Mosquetón Coruña M43, con su característica hoja afalcatada.
Bayoneta para el Mauser Modelo Coruña 1943.
La
solución fue doble, por un lado se podían usar bayonetas alemanas o polacas de
recuperación (con ligeras modificaciones y añadiéndoles número de serie) y por
otro, se construyeron bayonetas nuevas. En cuanto a estas últimas, el nuevo
diseño fue una copia del modelo alemán para el mosquetón Modelo 98K. En esta versión,
y a diferencia de las bayonetas alemanas de última época, las cachas no eran de
bakelita, sino de madera y están sujetas con tornillos pasadores y ovalillos.
Se conserva, eso sí, el orificio de engrase junto a la guarda. Normalmente, a
no ser de las reutilizadas, no llevan en el lomo de la empuñadura la chapa
apagafuego. Esta versión, la española, lleva el ojo para la boca del cañón en
el gavilán del lado interior de la cruz y es muy corto. Tiene la hoja recta,
con lomo redondo al interior y filo desde la bigotera hasta la punta al
exterior, con vaceos de media caña sobre las dos caras. Son varios los marcajes
que pueden observarse, destacando que en una de las caras de la bigotera está el
escudo de la Fábrica de Armas de Toledo, y en el lado opuesto el número de
serie, que imaginamos tendría correlación con el número de serie del fusil. La
vaina de esta bayoneta es toda de acero estampado, con botón plano y alargado
para el tahalí, y una boquilla fija con un tornillo que, a su vez, sostiene un
fleje ondulado para el mejor ajuste de la hoja. Está pavonada en negro o
pintada en color gris plomo. Las demás piezas de la bayoneta están bruñidas,
incluida la guarda.
Bayoneta española Modelo 1944 para el Ejército del
Aire. Fotos archivo Blas Vicente.
Este fusil y su bayoneta, se conservan a fecha
de hoy en las unidades del Ejército del Aire como arma para desfiles
· Nuestro agradecimiento por los datos y
fotografías aportadas a los miembros del Grupo de Historia Militar Para Adultos
(GHMPA, Manuel, Andrés, Jesús y Miguel), a D. Paco Fuentes, así como a D. Jesús Porras. Agradecemos igualmente a Carlos Bourdon por su apoyo a través de este blog.
[1] Los datos han sido obtenidos del libro de Barceló Rubí,
Bernardo: “TRES SIGLOS DE ARMAMENTO PORTÁTIL EN ESPAÑA”, Barcelona, 2002.
[2] Quizás
algún día nos demos cuenta de lo importante que es que en Estados Unidos exista
una mayor permisividad con las armas de fuego…gracias a ello se van a conservar
intactas muchas armas españolas.