lunes, 9 de enero de 2012

MEDALLA DE LA GRAN RIADA DE VALENCIA.

Se conoce como la gran riada de Valencia a la inundación que tuvo lugar el 14 de octubre de 1957, en la cuenca del río Turia, a su paso por la ciudad de Valencia, y que causó más de 80 muertos, además de cuantiosos daños materiales. El día 13 se dieron precipitaciones de más de 300 mm en buena parte de la cuenca (361 mm en Bejis, aunque esta población está ubicada en la cuenca del río Palancia, es decir, fuera del área drenada por el Turia), que continuaron el 14 con más de 100 mm. Se originaron dos ondas de crecida sobre Valencia, la primera de 2.700 m³/s y una velocidad media de 3,25 m/s; la segunda, más violenta, de 3.700 m³/s y 4,16 m/s, inundando la mayor parte de la capital valenciana. Como dato curioso, la zona próxima a la Catedral quedó libre de las aguas, lo que demuestra lo acertado del emplazamiento original. Es posible que esta zona algo más elevada sea el motivo por el que el cauce del Turia formó una amplia curva a manera de semicírculo en torno a la ciudad, a la cual rodea hacia el norte, quedando esta zona de la Catedral en el centro. En cambio, la zona de la calle de las Barcas, cuyo nombre obedece a que constituyó un atracadero para las embarcaciones que remontaban el Turia en la antigüedad, no sólo se inundó sino que los colectores de drenaje actuaban como surtidores al quedar el nivel de las aguas del río por encima de la calle, agravando así los enormes daños ocasionados por la inundación.



El Ejercito del Aire participó en la ayuda a los afectados con los efectivos que tenía destinados en la Base aérea de Manises, prestando ayuda material y de transporte a todas aquellas persona que estaban necesitadas de socorro. Por ese motivo se autorizo el uso de la medalla al personal que participo en las tareas de rescate y ayuda a la población civil, previa solicitud al mando correspondiente.

Un excelente artículo sobre esta operación de ayuda por parte del Ejército del Aire lo contó el entonces Coronel Leocricio Almodóvar en el número de enero de 1985 de la Revista Aeronáutica y Astronáutica

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