Dos fechas muy
importantes en el paracaidismo del Ejército del Aire, así lo veo yo desde mi
punto de vista de investigador, por eso he titulado a esta reflexión “Del 23 de enero de 1948 al 2 de
febrero de 1949… un año de esfuerzo “.
Porque eso fue lo que transcurrió
entre estas dos fechas, un año de esfuerzo, de sacrificios, de falta de medios,
y sobre todo de mucha ilusión, con ganas de salir adelante, y fue precisamente
esa fuerza e ilusión lo que suplió esa falta de medios de los que se carecía.
Ese año, entre una
fecha y otra, transcurrió entre el final de la formación del 1º curso de
cazadores paracaidistas, finalizando el 10 de abril de 1948, con la entrega de
los diplomas y títulos de cazadores paracaidistas. El 2º curso comenzó en abril
de 1948 y duro hasta el 31 de julio de 1948, entregándose los títulos correspondientes.
Y el 3º curso comenzó en octubre de 1948 finalizando el 28 de enero de 1949 con
su entrega de títulos.
El 2º curso fue el que
paso a la Primera Bandera casi integro tras su formación, (los siguientes así
lo harían) y desde que termino su curso en julio de 1948 hasta el primer salto
en Alcalá, eso es en febrero de 1949 pasaron casi siete meses, siete meses en
los que no pudieron realizar ni un solo salto más.
Alcalá de Henares, cuna
no solo de Cervantes, ciudad con una de las universidades más antiguas de
España, de 1293 nada menos, pero también es Alcalá la ciudad cuna del
paracaidismo, y digo cuna porque en ella se estableció la Primera Bandera de
Paracaidistas del Ejercito del Aire. Si, del EJÉRCITO DEL AIRE, que les quede
claro a los de TIERRA, que aun da mucha rabia oír a los de tierra decir que
fueron ellos los primeros, pero no me quiero desviar de lo importante, si, fue Alcalá
la elegida, porque había un aeródromo y estaba cerca de Madrid, por eso se eligió
esta bella ciudad. En Alcalá se les instalo, pero como siempre, sin medios, y
por eso hubo de pasar casi siete meses desde que el 2º curso salió de la
Escuela en Alcantarilla y se instalara en Alcalá, sede de la Primera Bandera. ¿Y
que paso desde que se llego de la Escuela hasta que se puedo saltar en Alcalá? Según
don Mariano “mucha pena, mucha calamidad,
mucho frio en aquel invierno, mucho trabajo, hubo que hacerlo todo, y mucho de
todo y mucho de nada…”. ¿Por qué?,
en Alcalá no había paracaídas para el salto, no se habían terminado las instalaciones,
y había un aeródromo pero no tenia precisamente muchos aviones, por eso, son
simples detalles, insignificantes, que no tienen importancia, pero para una
unidad paracaidista que llegaba con ganas de comerse el mundo si eran
importantes, a los ojos de los mandamases del Estado Mayor del Aire situados cómodamente
en sus poltronas del Ministerio del Aire, para aquellos no tenían importancia.
Cretinos, si hubierais concedido solo la mitad de lo que con lágrimas en los
ojos los paracaidistas de Alcalá os suplicaban, la mitad solo, la historia habría
sido distinta…
Como no había paracaídas
se desplazaron desde Alcalá a Barcelona, a la casa Sampere a recogerlos, y tras
su vuelta a Alcalá hubo que volver a perder el tiempo con los paracaídas,
concretamente 79 T-5, ya que los mosquetones que traían no servían, y hubo que
modificarlos uno por uno con material conseguido en la chatarra, si, lo que Vd.
lee, los mosquetones se consiguieron modificar con material de la chatarrería,
y con personal de la Primera Bandera porque en la Maestranza Aérea de Cuatro
Vientos ni había material para estos, ni personal preparado para trabajar en
dichos paracaídas. Y todo esto para poder ahorrar tiempo y tenerlos listos para
su uso…
Luego llego el tema de
los aviones, porque en Alcalá había un Regimiento, el nº 1, pero con escasos
aviones y aptos para su uso por paracaidistas, solo uno, que fue el que se uso
al principio, pero como se estropeaba más a menudo de lo que a los
paracaidistas gustaba, un día sí y otro también se quedaban sin salto. Luego si
es verdad que hubo un par de aviones más, dos JU-52 con lo que se mejoro el
ritmo, pero los inicios fueron muy pésimos (en las memorias está escrito todo
esto que digo).
No hay una constancia
escrita de cómo fue ese mágico día en Alcalá de Henares, ese otro “mítico” 2 de
febrero de 1949, a don Mariano cuando le pregunte no lo recordaba, cielo
despejado y el frio, mucho frio, pero nada más, y es una lástima, me habría
gustado saber el orden del salto, como en el primero (ver el artículo sobre el
primer salto en Alcantarilla) Seguramente fuera
recogido y redactado, como todo lo que se hacía en la Primera Bandera, y
seguramente estará con el resto de la documentación que falta de la unidad, en
la famosa “P”.
Pero la historia siguió
con ese salto, también mítico, por qué no, ya que fue la primera vez que se
saltaba en Alcalá, posteriormente vendrían muchos saltos más, pero eso es otra
historia.
Esta si es una fotografía
mítica, ya que se tomó antes del primer salto en Alcalá de Henares, un puñado
de soldados, suboficiales, oficiales y un jefe que saltaron ese día. (Archivo
Carlos Bourdon).
Dedicado a quien sin
duda me ha enseñado a conocer lo que fue, y representó la Primera Bandera de
Paracaidistas del Aire, su líder, su alma, su guía, don Mariano Gomez Muñoz.